¿Techo de Cristal?

¿Quién gana más en la pareja? Los roles entre mujeres y hombres han cambiado y la estructura financiera de la casa, también.

En las películas y las novelas románticas se les olvida decirnos que la relación de pareja va a requerir un “contrato”, bien detallado de derechos y obligaciones, que formará parte de la estructura que protegerá la relación ante el mundo exterior tanto en lo cotidiano como ante los imprevistos. En cuanto al área financiera, se establecerán acuerdos, muchas veces no hablados, de cómo se piensan distribuir los recursos económicos en la relación y quién los va a aportar. Inicialmente se comete el gran error de “suponer” que quien tiene mejor sueldo absorberá los principales gastos y que quien tiene mayor tiempo libre hará todo lo demás. Y la equivocación radica no sólo en el valor que va a tener el dinero de uno frente al tiempo libre de otro, sino también en la forma en la que se equilibrarán los esfuerzos personales a largo plazo. Hoy en día, ya no sólo los hombres reciben un mejor sueldo, se invierten fácilmente los papeles y en muchos casos hasta es un cambio constante por la flexibilidad de los empleos y las ocupaciones del hogar. Cada vez, existen más mujeres que tiene un ingreso económico más elevado y hombres que realizan muy exitosamente las labores del hogar, a pesar de que la opinión pública siga un poco en desacuerdo, pero, si la pareja logra poner un límite a estas opiniones, pueden lograr un buen trabajo en equipo y fortalecer la estructura económica desde el interior. Lo importante es construir un techado resistente y flexible. Esto se logra abordando el tema financiero abiertamente, poniendo en la mesa los recursos con los que cuenta cada integrante, acordando los desempeños y responsabilidades de cada quién, negociando y renegociando constantemente lo que funciona y lo que no funciona en diferentes circunstancias, previniendo posibles eventualidades a través de un plan de ahorro y poniendo límites claros a las opiniones que provengan del exterior, cuando éstas puedan ser amenazantes para la estabilidad del sistema. Esto permitirá asegurar la estructura financiera desde el interior, a pesar de los papeles de género y las situaciones adversas que puedan presentarse. De esta forma, quien gana más, en último término, es la pareja en conjunto.

POR: CECILIA ANDREU
Psic. Psicoterapeuta con música y mandalas
www.ceciandreu.com