Trato igual para todos ¡gran mentira!

El liderazgo moderno exige entender los talentos y fortalezas de cada persona y aprovecharlos bajo dos premisas, ¿las conoces?

La humanidad está guiada por la creencia de que el bien es lo contrario del mal, lo cual ha cultivado la obsesión por las deficiencias y los defectos. Los médicos han estudiado las enfermedades a fin de aprender sobre la salud, en tanto, los psicólogos han investigado la
tristeza a fin de aprender acerca de la alegría.
En los centros educativos y los sitios de trabajo del mundo entero, se identifican, analizan y corrigen debilidades a fin de hacer fuertes a los individuos. Si bien las intenciones han sido buenas, este consejo es erróneo. Te invito a hacer práctico el ejemplo, responde a lo siguiente:
Tu hijo regresa a casa con las siguientes calificaciones:
10 en español
10 en ciencias sociales
8 en biología
5 en álgebra

¿Sobre qué calificaciones conversarías con él?
Con base en estudios, 77% de los padres se orientaría sobre el 5 en álgebra; 6% en el 10 en español y un número todavía menor con respecto al 10 obtenido en ciencias sociales.
Es obvio que la nota de álgebra requiere atención para avanzar en la escuela, lograr un lugar en la universidad y porque tu hijo no puede darse el lujo de perder una materia. Con base en lo anterior reformulo la pregunta, con más cuidado y precisión:

¿Respecto a cuál de las calificaciones conversarías más con tu hijo?
¿En realidad se justifica dedicar la mayor parte del tiempo a las debilidades de tu hijo?
Si también respondiste “5 en álgebra” tendrás que cambiar las premisas acerca de las personas, porque si partes de las correctas (premisas) todo lo demás, como la forma de seleccionar, evaluar, capacitar y desarrollar a la gente saldrá bien.

Aquí tienes las dos premisas sobre las cuales se basan los mejores directores y líderes del mundo:
1. Los talentos de cada persona son permanentes y únicos.
2. El mayor potencial que tiene cada quien para crecer está en los campos donde sus fortalezas son mayores.
Ambas son el secreto que los mejores líderes aplican con su gente y en favor de ella.
Esto explica por qué buscan deliberadamente el talento en cada función y por qué se concentran en el desempeño frente a los resultados esperados, en lugar de obligarlos a encajar dentro de un estilo, en pocas palabras, estas dos premisas te dan la razón para desobedecer la regla de oro “Trato igual para todos”. ¡Es hora de cambiar las reglas!

 

Cesar López


El autor es Doctor Business especialista en Fortalezas,
con más de 15 años de experiencia en negocios
y comportamiento humano, es un apasionado de
“Agregar Valor” y esa filosofía
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