SOS para el corazón roto

“¿Qué nos pasó? Tal vez estamos en el mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada amor que termina se nos abre una herida. Estoy llena de orgullosas cicatrices”. -Isabel Allende

Vivir una ruptura puede ser una de las experiencias más dolorosas en la vida. Para la mayoría de personas, el duelo es un proceso complejo pero, para algunos, resulta extremadamente difícil adaptarse a la nueva situación. Claro, el dolor, la impotencia y la rabia permanecerán por algún tiempo impidiéndote seguir adelante. ¿Cuánto? Depende de cuanto amor te quieras volver a tener.

¿Es normal, que duela tanto? Sí, porque es una perdida, el final de un vínculo con una persona importante en nuestra vida. Algunas rupturas tienen una peculiaridad que las caracteriza: la esperanza.

La mente encuentra la posibilidad que se dé otra oportunidad y esto hace que te niegues a la idea de la ruptura absoluta. ¿Por qué? Existen relaciones afectivas que generan mucha frustración, angustia, decepción y dolor, pero perderlas genera un vacío mortificante y devastador, que nos ciega el querer sanar el alma y corazón.

¿Cómo superar la ausencia de una persona que fue clave en tu vida? La premisa es la siguiente, si logras desvincularte de tu ex o cualquier amor imposible que ronde tu vida, podrás reinventarte como te dé la gana, pero hay que ayudar al tiempo, ¿Ayudar al tiempo? Sí, a entender y amarse uno mismo, soltar, desvincular. Dice Walter Riso, empezar hacerse cargo de uno mismo y tomar una decisión, implica un crecimiento postraumático y no un estrés postraumático.

El apego va de la mano con el temor por no saber con exactitud a dónde vas a llegar, ponerle un límite es independizarte, y esa perdida, en general, es un duelo que mientras más significativa era esa relación, tiene un proceso más doloroso, ya que se creaban expectativas (de vida, familia, hasta de vejez). Buena o mala, era una comunión.

No crear expectativas es casi imposible. Lo mismo pasa con las ilusiones de lo que pudo ser y no fue en esa relación. Amarte a ti mismo, te saca rápidamente de las cuestiones difíciles y te ayuda a sentirte totalmente libre, a tomar las riendas de tu vida y te dejará agradecer cada día que pasaste junto a esa persona, solo así, entenderás todo lo aprendido en esa relación y las cosas buenas que cultivaron en ti, te ayudarán con el tiempo a no repetir errores y patrones.

Si el duelo se congela, la separación se vuelve destructiva, se estanca y se prolonga. Eso mismo es lo que tienes que evitar. La tarea para que sanes es muy importante, libera y libérate, limpia tus lágrimas, piensa en tus límites agradeciendo. Es importante asumir la responsabilidad de lo perdido.

  1. Ve a un espejo y si ves esa cara triste, dibuja una sonrisa, si no te sale natural, solo inténtalo. (Acuérdate, que también el querer sanar es cuestión de actitud)
  2. Di las palabras mágicas frente al espejo: “Sí puedo, sí quiero y me lo merezco” (repítelas cuantas veces sean necesarias, dejándote de culpar)
  3. Vístete, como si fueras a la mejor cita que hayas tenido en tu vida o a la que puedas llegar a tener. La dignidad y el amor propio van de las manos.
  4. Sonríe a donde vayas o con quien estés. Agradece con amor y respeto (clave para no engancharse en el pasado).
  5. Busca una actividad que te mantenga con la mente ocupada y te reconforte. Salir a correr, andar en bicicleta, ir a nadar, meterte a estudiar, salir con tus amigos, o buscar ayuda profesional, etcétera, encuentra eso que te funcione.
  6. Date la oportunidad de hacer un cambio, limpia, tira, borra, pero sin sufrir, piensa que fue lo mejor, porque lo que pueda llegar te aseguro que será especial ya que tendrá un lugar más limpio y sano.
  7. Un viaje te vendría magníficamente, siempre se puede, toma las riendas de tu vida. Haz ese viaje que tanto has deseado. Puedes encontrar docenas de destinos que pueden armar el rompecabezas de muchas de tus dudas, al mismo tiempo entender el por qué y para qué,tenía que ser esa ruptura que tanto conflicto causó, fugar tu mente, cuerpo y alma será el recuentro del sentido de tu vida.

Piensa, que hay quienes son escala y hay quienes son destino, ya que la vida es como un viaje siempre iluminado, aventuras y misterios por descubrir. Aprende de la soledad y a estar sola ¡Si sanas tu mente, sanas tu espíritu!

Patricia Uruñuela

Terapeuta Alternativa y Máster Coach Internacional en PNL e Integrativa
Tw. @PatriciaUruuela
www.patyuru.com