Meditar, un viaje a tu yo profundo

Descubre cómo puedes mejorar tu vida a través de la meditación, y aprende a estarte en paz de una buena vez.

Por: Leyla Flores

Se han escrito cientos de artículos sobre los múltiples beneficios de la meditación a nivel físico, fisiológico, psicológico y, por supuesto, espiritual, pero pocos explican cómo su práctica constante beneficia nuestra vida cotidiana, o cómo mediante ella vamos adoptando una forma diferente de afrontar los sucesos diarios. Pocos muestran cómo gracias a la meditación ya no damos espacio a las historias que la mente adora inventar, cómo cada vez somos más conscientes de nuestro actuar ante los otros y ante nosotros mismos.

Meditar no es una moda ni un estilo de vida; es el estado natural del ser. No consiste en tener la mente en blanco, sino en controlarla. Es tan simple como buscar un lugar tranquilo, sentarnos adoptando una postura firme y cómoda, con la espalda recta, y enfocar la atención en nuestra respiración, permitiendo que su ritmo se desacelere naturalmente y empezar a notar esos espacios que se generan entre los pensamientos. Convertirnos en el cielo y ver a los pensamientos pasar, como nubes, sin seguirlos ni alimentarlos.

La mente quiere nuestra total atención, todo el tiempo. Crea, ante cada situación, escenarios imaginables, diálogos internos, múltiples panoramas que nunca suceden. La gran mayoría de los pensamientos son inútiles: proyecciones sin sentido del futuro o el pasado.

Meditando desarrollamos, con el tiempo, una presencia más profunda, más amplia. Despertamos del sueño en que nos tienen sumergidos los pensamientos y aprendemos a vivir la mayor parte del tiempo en el aquí y el ahora. Aprendemos a simplemente ser testigos de los ridículos saltos acrobáticos que hace la mente y seguir adelante sin dejarnos arrastrar por la montaña rusa de las emociones que los inútiles pensamientos generan. Gran parte de nuestra actividad mental se dirige a mostrar resistencia ante lo que es. La mente se alimenta de todo eso, y también alimenta una herida emocional, como un galán que no llamó o una pelea con un familiar; se lanza directamente a la historia y puede permanecer horas en ella, señalando lo que en su perspectiva estuvo mal, lo que pudimos haber hecho mejor, lo no debimos hacer, etcétera. Nos pasamos la vida tratando de evitar el dolor y avanzar hacia situaciones que nos generen placer, desconectándonos cada vez más de nuestra propia esencia. Eso, como Buda señaló correctamente, es la causa de nuestro sufrimiento.

La calidad de nuestra meditación sólo depende de nosotros mismos, de nadie más. Es cierto que la práctica nos conduce a sentimientos de paz y felicidad más profundos, pero no se trata de eso, ni de controlar o evitar situaciones de dolor o incomodidad, ni tampoco de únicamente alcanzar estados elevados de conciencia, sino de aceptar lo que es y estar en paz con eso. Cuando se practica correctamente, uno de los mayores beneficios de la meditación es la invitación que nos brinda para sentirnos con incertidumbre, incomodidad y dolor, y dar espacio a todo eso sin engancharnos. Poder simplemente sentir lo que está vivo en ese momento, ser testigos y permitir que pase a través de nosotros. Con el tiempo, esta poderosa práctica nos llevará a sentirnos más ligeros, más presentes y más libres.

Beneficios de la meditación

Físicos

• Mejora la circulación sanguínea

• Relaja el sistema nervioso

• Fortalece el sistema inmunológico

• Reduce el ritmo cardiaco

• Disminuye el consumo de oxígeno

• Balancea la actividad de los hemisferios izquierdo y derecho
del cerebro

• Aumenta la producción de serotonina

• Disminuye las hormonas del estrés

Fisiológicos y

de comportamiento

• Ayuda a reducir la ansiedad crónica

• Mejora la memoria

• Mejora la capacidad de aprender e incrementa la inteligencia

• Ayuda a aliviar adicciones, neurosis, obesidad, claustrofobia
y otras formas de estrés

• Mejora la capacidad para concentrarse y trabajar eficientemente

Psicológicos

• Incrementa el nivel de bienestar: felicidad, paz, amor, ecuanimidad

• Aumenta la creatividad

• Mejora las capacidades de comunicación

• Disminuye la agresividad

• Disminuye la tendencia a la preocupación

• Desarrolla la madurez emocional

• Desarrolla la autoconfianza

• Trae consigo estabilidad emocional

Leyla Flores


Health Coach e instructora de Hridaya Hatha yoga y meditación

Ig. @leylafloreshealthcoach

flores.leyla@gmail.com