Divorcio proyecto de vida

Por Manuel Niño de Rivera Hermosillo

Por siempre se ha considerado al amor como la base fundamental en la unión de una pareja que, según la cultura, educación, género y el estatus social, significa cosas distintas. Sin embargo, la definición de amor empieza con el respeto y dignidad hacia uno mismo.

Está claro que en cada relación de pareja hay reglas y límites, que de forma consiente e inconsciente los participantes establecen. Lamentablemente, cuando dichas reglas se quebrantan y los límites se sobrepasan, a pesar de haber intentado y analizado todas las posibilidades para reconstruir la relación, el divorcio puede ser la mejor alternativa.

Sin duda, el divorcio es una de las decisiones más difíciles que alguien puede tomar, ya que trae consigo un sinfín de duelos con los que hay que lidiar; el más importante de ellos es la pérdida de la expectativa que se tenía en la relación, la cual va más allá de la simple persona. Detrás de esto, se quedan los sueños, ilusiones y planes que internamente ya había organizado la pareja para el resto de la vida; todo esto aparejado con una ola de críticas sociales y familiares.

Es justo este punto en el que muchas personas están estancadas. No quieren atravesar por la modificación de su proyecto de vida; a cambio, permiten de forma reiterada toda clase de agresiones que van desde chantajes, menosprecio, indiferencia, restricciones económicas, hasta violencia física y verbal que, con el paso del tiempo, aniquilan la autoestima y, en consecuencia, la felicidad.

El divorcio constituye una forma de ejercer el derecho al libre desarrollo de la personalidad, pues decidir no continuar casado y cambiar de estado civil, constituye la forma en que el individuo desea proyectarse y vivir su vida; es decir, el modo en que decide de manera libre y autónoma su proyecto de vida.

Aunque el divorcio es un proceso complejo de vivir, aunque sin duda representa una de las mejores alternativas para quienes viven una relación de frustración o violencia. Cuando alguien se ha sometido a maltratos, ya sea por acción o por omisión, por un periodo significativo, le es difícil imaginar una vida distinta. Estas personas deben saber, que una vez que se cierra un ciclo de violencia, las posibilidades de mejorar la calidad de vida son enormes. Este principio es tan importante para el desarrollo humano, que nuestros legisladores y tribunales se han pronunciado al respecto:

Para que podamos hablar de un proyecto de vida libre, el legislador se ha asegurado de que todos los temas relacionados con el divorcio, como la guarda y custodia de los hijos, alimentos para el cónyuge e hijos, régimen de convivencia y repartición de bienes, sean resueltos aún bajo las condiciones más complejas.

El primer paso a una vida libre de violencia comienza con la información. Quien conoce sus derechos, puede hacerlos valer, y nuestro sistema jurídico actual permite el ejercicio de un sinnúmero de acciones judiciales tendientes a privilegiar y resguardar el bienestar de aquellas personas que se ven obligadas a disolver su matrimonio, regulando las consecuencias inherentes a dicha disolución.

Acércate a un especialista en derecho familiar, que pueda orientarte de forma profesional respecto a los derechos con los que cuentas, con el objeto de que dicho proceso de divorcio pueda materializarse de la mejor forma a tus intereses.

MANUEL NIÑO DE RIVERA HERMOSILLO

MANUEL NIÑO DE RIVERA HERMOSILLO

Socio KNR abogados, SC

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