Por Melanie Beard
Whistler, ese destino de belleza sublime en las montañas de Canadá, es un reconocido paraíso para los amantes del esquí y se ha convertido también en un refugio para los amantes del buen comer, siempre en busca de deleitarse con los sabores más exquisitos. En cada rincón de este destino, donde las laderas nevadas se encuentran con los cielos despejados, se esconde una oferta gastronómica que convierte la experiencia de viajar en una celebración de la vida. Desde los altísimos picos hasta el pintoresco pueblo, cada restaurante en Whistler es un portal hacia una experiencia única que hace del arte culinario una parte integral del viaje. Les comparto algunas de las joyas gastronómicas que tuvimos el placer de degustar en este paraíso nevado:
Wild Blue Restaurant and Bar: Una Fusión de Modernidad y Tradición
Comenzamos nuestro recorrido culinario en Wild Blue Restaurant and Bar, un lugar donde la modernidad y la tradición se encuentran en perfecta armonía. En este restaurante, cada plato es una obra maestra que resalta los sabores autóctonos y la frescura de los ingredientes locales. El chef Alex Chen, un hombre forjado en el rigor de la cocina competitiva, ha llevado su destreza y su visión a este refugio culinario. Aquí, la cocina se inspira en el espíritu salvaje de la naturaleza que rodea Whistler, con platos que incluyen pescados frescos del Pacífico y carnes de la región, todo acompañado de una larga carta de vinos cuidadosamente seleccionados.
BALAM: Sabores Vibrantes de America Latina
En el corazón del pintoresco pueblo de Whistler se encuentra BALAM Restaurant, un homenaje a la cocina latina que, con toques contemporáneos, ofrece una experiencia vibrante y llena de sabor. Balam es un refugio que nos transporta a las junglas de Centroamérica, con una temática salvaje y seductora. Su cocina nos enamora con platos como tacos de pescado fresco, moles ricos y guisos que evocan la calidez de diversas culturas cultura. Cada bocado es un festín de colores y texturas, y el ambiente, elegante pero acogedor, invita a disfrutar de una cena íntima en la jungla mientras el invierno nevado se despliega en el exterior.
Christine’s on Blackcomb: Gastronomía en las Alturas
En lo alto de la montaña, Christine’s on Blackcomb se eleva como un lugar exclusivo para una comida memorable entre las pistas de ski. Este restaurante, que se encuentra en la cima de la montaña Blackcomb, ofrece vistas panorámicas inigualables de las cumbres nevadas. La comida está diseñada para revitalizar a los esquiadores que buscan un refugio cálido y su carta, que incluye platos sofisticados como risottos y carnes perfectamente cocinadas, se acompaña de vinos que complementan cada plato con la elegancia y el refinamiento que se merecen las vistas que ofrece el lugar. Cada bocado una celebración de la naturaleza en su estado más puro, con cada plato elaborado con el corazón y la esencia de Whistler.
Bearfoot Bistro: Una Experiencia Sensorial Única
Una experiencia verdaderamente única y siempre en constante cambio nos espera en Bearfoot Bistro. Además de ser famoso por su gastronomía excepcional, se ha convertido en el hito de experiencias sensoriales que despiertan todos los sentidos. Su cava ofrece a los visitantes la oportunidad de realizar una experiencia de sablage, donde el champagne se abre de una forma espectacular con una espada, un rito que aporta un toque de magia a cada brindis. Además, en el bar de hielo, donde el vodka se sirve en vasos de hielo esculpidos a mano, podemos disfrutar de una bebida mientras el frío del entorno y el calor de la camaradería crean una atmósfera inolvidable. Con platillos elaborado en la mesa y sabores atrevidos, Bearfoot Bistro es un lugar donde se vive una experiencia memorable.
The Chalet de Fairmont: Un refugio alpino
Un clásico imperdible, The Chalet de Fairmont es un refugio acogedor que nos invita a los visitantes a experimentar una de las tradiciones más queridas de la gastronomía alpina: el fondue. En un ambiente que recuerda a un cálido refugio en las montañas Suizo, este restaurante ofrece una experiencia perfecta para compartir entre amigos y familiares, con fondue de queso, carne y chocolate que se sirve en un ambiente que huele a madera y nieve. La atmósfera rústica y encantadora de The Chalet de Fairmont, a los pies de la montaña, junto con su atención al detalle, nos enamoran de la esencia y el alma Whistler – un destino invernal por excelencia.
En Whistler, la gastronomía es tan parte del paisaje como sus montañas cubiertas de nieve. Cada restaurante, con su propuesta única, contribuye a que este destino se convierta en un lugar donde los sentidos se despiertan, donde la calidez de la cocina se encuentra con la frescura de las montañas, y donde cada comida se convierte en una celebración de la vida, la naturaleza y el buen comer.