La reina del sastre y la elegancia andrógina de Zendaya
Zendaya dominó la conversación de moda en 2025 al llevar la sastrería femenina a un nivel de alta costura conceptual. Su look más icónico fue el que lució en la MET Gala 2025, donde rindió homenaje al tema «Superfine: Tailoring Black Style» con un impactante traje sastre de Louis Vuitton completamente blanco. Este conjunto, compuesto por una chaqueta power shoulder y pantalones acampanados de tiro alto, destacó por su impecable confección, demostrando que la elegancia andrógina y el tailoring pueden ser tan dramáticos y conceptuales como cualquier vestido de gala. La adición de accesorios de gran impacto, como un sombrero de ala ancha y joyas discretas pero poderosas, consolidó su estatus como un ícono de la moda que utiliza la ropa para contar historias complejas y sofisticadas.
El neo-gótico arquitectónico de Jenna Ortega
Jenna Ortega continuó evolucionando su distintiva estética dark en 2025, inyectándole rigidez, metalizados y estructura arquitectónica. Su atuendo para la MET Gala 2025, diseñado por Balmain, fue el ejemplo perfecto de esta tendencia. El vestido presentaba una silueta ceñida y geométrica con una textura que simulaba una armadura o un corsé metálico, un guiño a la intersección entre la moda gótica y el diseño futurista. Este look la diferenció notablemente en la alfombra roja, probando que es posible elevar la moda contracultural a la alta costura sin perder identidad. A lo largo del año, sus elecciones de vestuario, que incorporaron cuero, cortes cut-out y volantes dramáticos en colores oscuros, reafirmaron su dominio de la tendencia del gótico sofisticado.
La atemporalidad con toques de drama de Nicole Kidman
Nicole Kidman mantuvo su papel como embajadora de la elegancia clásica de Hollywood en 2025, pero introdujo elementos de drama estructural que la modernizaron. Su look más comentado fue un vestido negro de Balenciaga en la MET Gala 2025, caracterizado por su sobriedad atemporal pero con un giro audaz: lazos exagerados y voluminosos estratégicamente colocados en la cintura y la cadera. Este diseño demostró su maestría en llevar la alta costura que evoca épocas pasadas (como los lazos y los escotes palabra de honor) mientras se mantiene actual con una silueta contemporánea y toques inesperados de volumen. Además, su elección de vestidos vintage en otros eventos, como los Globos de Oro, resaltó la tendencia creciente de la moda de archivo como el máximo símbolo de lujo y exclusividad.
