El aire se vuelve más fresco, las luces comienzan a parpadear en las vitrinas y la agenda se llena de compromisos. Pero este año, te propongo algo diferente. En lugar de correr por centros comerciales abarrotados buscando regalos para otros.
Viajar en Navidad no es huir de las fiestas; es redefinirlas. Ya sea que busques un retiro de wellness en solitario, una escapada de compras con tus mejores amigas o vivir tu propia película romántica, el mundo está lleno de rincones diseñados para la mujer viajera moderna.
Aquí te presento una selección curada de destinos que prometen magia, seguridad y experiencias inolvidables para cerrar tu 2024.
El Cuento de Hadas Real
Si tu idea de la Navidad perfecta incluye calles empedradas, casas de entramado de madera y el aroma a vino caliente y canela, la región de Alsacia es tu lugar.
El Vibe: Emily in Paris conoce a La Bella y la Bestia. Es pura estética, ideal para las amantes de la fotografía y el diseño.
Por qué te encantará:
Seguridad y Facilidad: Son ciudades muy seguras para caminar sola o en grupo pequeño. El tren conecta ambas ciudades en menos de 30 minutos.
Gastronomía Reconfortante: No puedes irte sin probar el Pain d’épices (pan de jengibre) y una copa de Crémant d’Alsace para brindar por ti.
Shopping Artesanal: Los mercados navideños aquí son de los más antiguos de Europa. Encontrarás decoraciones de vidrio soplado y textiles únicos, nada de souvenirs plásticos.
Magia Blanca y Auroras Boreales en Findlandia
Para la viajera que busca aventura pero no quiere sacrificar el confort. Laponia es el destino definitivo para reconectar con la naturaleza en su forma más espectacular.
La Experiencia VIP: Olvídate de los hoteles tradicionales. Aquí la tendencia es alojarse en iglús de cristal. Imagina estar acostada en una cama de lujo, con una copa de vino, mirando hacia el cielo esperando que aparezcan las auroras boreales.
Tu lista de deseos aquí:
Un safari de huskies (te sentirás poderosa guiando tu propio trineo).
Una sesión de sauna finlandesa tradicional seguida de un chapuzón en la nieve (el mejor tratamiento anti-aging para la piel).
Visitar la oficina oficial de Santa Claus (sí, la magia no tiene edad).
La Navidad Cosmopolita en Nueva York, EE.UU.
Un clásico que nunca muere. Nueva York en diciembre es eléctrica. Es el destino perfecto para ir con amigas, hacer compras de alto nivel y disfrutar de la escena gastronómica.
El Itinerario Chic:
Mañana: Desayuno en Tiffany’s o en un café de moda en el SoHo.
Tarde: Patinaje sobre hielo en Bryant Park (menos concurrido y más encantador que Rockefeller Center) y compras en las pop-up stores de diseñadores locales.
Noche: Un espectáculo de las Rockettes o un musical de Broadway, seguido de cócteles en un rooftop con calefacción y vistas al Empire State.
Calidez y Tradición San Miguel de Allende
Si prefieres huir del frío extremo pero quieres mantener el espíritu festivo, esta ciudad colonial es una joya. Es sofisticada, artística y llena de color.
Por qué es ideal para mujeres: San Miguel es conocida por su comunidad de expatriados y artistas, lo que la hace muy acogedora y fácil de navegar.
Las Posadas: Vivirás las procesiones tradicionales en las calles con velas y cánticos, una experiencia espiritual y comunitaria.
Hoteles Boutique: La ciudad es famosa por sus pequeños hoteles de diseño con spas increíbles y terrazas para ver el atardecer.
Cena de Nochebuena: Reserva en una terraza con vista a la Parroquia de San Miguel Arcángel; la gastronomía aquí es de clase mundial.
Guía de Supervivencia para la Viajera Navideña
Viajar en temporada alta requiere estrategia. Aquí tienes tres consejos de experta:
Empaca en Capas (Layers): Especialmente si vas a Europa o NY. Un buen abrigo de lana, botas cómodas pero estilosas (impermeables) y ropa térmica ligera son tus mejores aliados.
Reserva con Anticipación: Los restaurantes de moda y las experiencias únicas (como los iglús) se llenan meses antes. Usa apps como OpenTable o Resy para asegurar tus cenas.
Regálate un «Día Cero»: Si viajas lejos, no llenes tu agenda el primer día. Date permiso para llegar, instalarte, tomar un baño caliente y adaptarte al horario sin presiones.
Este año, que tu regalo no venga en una caja, sino en forma de un boleto de avión. Viajar en Navidad es recordarte a ti misma que la magia existe, y que a veces, solo hace falta cambiar de latitud para encontrarla.