En el corazón de cada cultura late una cocina, y para el viajero intrépido, probar la comida local es tan esencial como visitar un monumento. Olvídese de los mapas por un momento y prepárese para embarcarse en una aventura culinaria que lo llevará a través de continentes, aromas y sabores inigualables.
Aquí están diez de los platillos más deliciosos y emblemáticos que todo amante de la gastronomía debe probar al menos una vez en la vida:
Pizza Napolitana en Italia
Nada dice «Italia» como una auténtica Pizza Napolitana. Nacida en Nápoles, este platillo es el epítome de la simplicidad perfecta con una masa tierna y elástica, tomates San Marzano, mozzarella de búfala o Fior di latte, albahaca fresca y aceite de oliva. Su secreto está en la calidad de los ingredientes y una cocción rápida en un horno de leña a altísima temperatura. ¡Una experiencia que cambia el concepto de pizza para siempre!
Sushi en Japón
El Sushi es más que comida; es un arte. Este plato japonés tradicional combina arroz de vinagre con pescado o mariscos, a menudo crudos, y se envuelve en alga nori. Desde el delicado Nigiri hasta el creativo Maki, el sushi es un testimonio de la maestría culinaria japonesa, donde la frescura y la presentación son primordiales.
Picanha en Brasil
Si visita Brasil, la Picanha es la estrella del churrasco. Este corte de carne de res, ubicado en la parte superior del trasero, es famoso por su jugosidad y la capa de grasa que se derrite durante la cocción, infundiendo un sabor increíble. Servida directamente del asador con sal gruesa, es una celebración de sabor puro y textura inigualable.
Ceviche en Perú
El Ceviche es la joya de la corona de la cocina peruana. Pescado fresco (generalmente corvina o lenguado) cortado en cubos y «cocido» en una marinada ácida de jugo de limón o lima, conocida como leche de tigre, con cebolla morada y ají. Es una explosión de sabor cítrico, fresco y picante que refleja la vitalidad de la costa del Pacífico.
Paella en España
Un vibrante clásico de la Comunidad Valenciana, la Paella es una sinfonía de arroz cocido a fuego lento con azafrán, vegetales y, tradicionalmente, mariscos, pollo o conejo. El secreto de una gran paella es el socarrat es esa capa crujiente y caramelizada de arroz que se forma en el fondo de la sartén.
Cochinita Pibil en México
Originaria de la península de Yucatán, la Cochinita Pibil es un tesoro de la cocina mexicana. Carne de cerdo marinada con pasta de achiote (que le da su color rojizo) y naranja agria, envuelta en hoja de plátano y cocida lentamente bajo tierra o en horno. El resultado es una carne increíblemente tierna y aromática, perfecta para comer en tacos o tortas.
Karē en Curry Japonés
Mientras que el curry indio es conocido por su complejidad de especias y picante, el Karē japonés es diferente, ya que es más dulce, más espeso y con un sabor umami profundo. Típicamente se sirve sobre arroz blanco o con fideos (Udon), y es un platillo reconfortante que se ha convertido en una comida casera esencial en Japón.
La Hamburguesa en Alemania
Un verdadero ícono global es Estados Unidos, aunque sus orígenes están ligados a Hamburgo, Alemania, la Hamburguesa se perfeccionó en Estados Unidos. La combinación de una jugosa carne de res a la parrilla, queso derretido, lechuga, tomate y pan suave puede variar infinitamente, pero la sensación de satisfacción que proporciona es universal.
Roti Canai en Malasia
Un simple pero adictivo pan plano frito de la cocina malasia. El Roti Canai es crujiente por fuera y tierno por dentro, elaborado con una masa de harina, agua y grasa que se estira y pliega repetidamente. Generalmente se sirve como desayuno o snack con un tazón de dal (curry de lentejas) para mojar.
Pho en Vietnam
Una humeante y aromática taza de Pho es el alma de Vietnam. Este plato consiste en un caldo de huesos sabroso, fideos de arroz (bánh phở), hierbas frescas y carne (res o pollo). El sabor se intensifica con aderezos como brotes de soja, lima y salsa Sriracha, creando una comida que es a la vez ligera y profundamente satisfactoria.
