Por Adrián Cassab
Según los antiguos griegos “la belleza son matemáticas”, como resultado, cuando vemos un rostro que identificamos como bello, generalmente este tiene proporciones faciales bien equilibradas. Tomemos el ejemplo de Emma Watson. Sus proporciones son simétricas y equilibradas. Es decir, no tiene unos labios que no van acorde a su cara, o una mandíbula prominente según su rostro. Incluso si somos meticulosos, la distancia entre el entrecejo y las cejas es totalmente simétrica.
Hoy en día, la biotecnología y la medicina han evolucionado tanto que nos permite lograr este equilibrio facial sin necesidad de realizar cirugía. A este proceso lo llamamos “armonización facial” y generalmente lo que se emplea es Ácido Hialurónico.
Para empezar, ¿Qué es el ácido hialurónico? Este es un tipo de azúcar – molecularmente hablando – que se le conoce como “glucosaminoglicano” que se encuentra en nuestra piel, articulaciones y ojos. Su actividad principal es atraer su peso molecular 100 veces en agua y es el encargado de hidratar nuestra piel. En él se encuentran muchos oligoelementos o nutrientes que son los que entran a las células para tener una buena calidad y funcionalidad de piel. El ácido hialurónico que se usa en la medicina como un relleno está modificado molecularmente para que no se absorba tan rápido, porque así como producimos, degradamos. A esto le llamamos “ácido hialurónico reticulado”.
Una de las ventajas que nos ofrece trabajar con esta molécula, hoy en día contamos de manera artificial con la enzima que degrada el ácido hialurónico, es que si no nos gusta el resultado, este se pueda retirar.
La armonización facial consiste en hacer una evaluación del rostro del paciente. Dividimos el rostro en 3 horizontalmente y “desmenuzamos” por zonas: Cejas, fosa temporal (mejor conocida como la cien), nariz, orejas, labios, ángulo mandibular, mentón, etc. Y según la fisionomía de cada paciente, se van aplicando micro dosis de ácido hialurónico para lograr un equilibrio en todas estas zonas del rostro. Lo ideal es no sobresaturar ninguna zona porque obtendremos un efecto contrario. El objetivo es crear arte y resaltar nuestra belleza.
Es importante saber que hoy en día la tendencia de belleza es hacia lo natural y gracias a este tipo de procedimientos lo podemos lograr sin cirugía. Sin embargo, es importante saber que es un procedimiento médico que no se puede tomar a la ligera ya que tiene sus cuidados, contraindicaciones y efectos secundarios como cualquier procedimiento; por lo que es importante acudir a una valoración previa y con un verdadero experto.
Muchas celebridades como las Kardashians, Thalía, Jennifer Aniston, Eiza González, Joe Jonas, Tom Cruise, Victora Beckham y otros; se han realizado procedimientos con ácido hialurónico.