El avance del sexo femenino en la vida laboral ha traído como consecuencia que ellos sientan competencia hasta nivel personal y se alejen. Sin embargo, no todo está perdido, enciende tu luz interior y verás que llegará el indicado
Las mujeres hemos avanzado mucho en las últimas décadas, hemos salido de casa, roto con los patrones “propios del género” y conquistado espacios que antes pertenecían sólo al género masculino. Lo cual ha causado un verdadero revuelo en la forma de relacionamiento con los hombres y muchas mujeres han llegado a la conclusión que ellos “nos temen” y entre más independientes, más exitosas, menos posibilidades de encontrar una pareja.
A través de los años, varias veces he escuchado a mujeres decir “él se fue porque ella era demasiado independiente, demasiado fuerte, demasiado esto o demasiado aquello”. Al mismo tiempo veo mujeres exitosas en buenas relaciones, entonces me pregunto si esto es realmente cierto o sólo en ciertos casos y para saber un poco más lancé la pregunta en mi página de Facebook: “Hombres: ¿es cierto que les dan miedo las mujeres fuertes, poderosas y exitosas?”. Algunas respuestas me parecieron muy interesantes, otras sorpresivas, éstas en especial son bastante ilustrativas:
“¿Nos gustan las mujeres inteligentes? Si. ¿Exitosas? Sí. Siempre y cuando no sean ni más inteligentes ni más exitosas que nosotros, porque ahí nos confrontan con la duda sobre nuestro nivel de eficiencia y aptitud”.
“¿Nos gustan las mujeres poderosas? No. Porque a los hombres nos gusta el poder y éste no se comparte ni se cede porque eso nos convertiría en sumisos”.
“Nos atrae, quizás, el reto de seducirlas o conquistarlas sólo para engrandecer el ego y reafirmarnos o para mostrarles que tienen una debilidad”.
Este comentario, puede tener relación con estudios recientes que afirman algunas razones por las cuales los hombres temen a las mujeres fuertes y exitosas, como aquélla en que piensan no pueden tener el control total sobre ellas. Agregan que, con frecuencia, la independencia de una mujer les genera mucha inseguridad. Y el problema que suelen ser muy competitivas y esto lo llevan a sus relaciones, convirtiéndolas en “luchas de poder”.
“Si, por supuesto una mujer exitosa y empoderada nos intimida, quien diga que no, miente. Nos intimida porque nos hace cuestionar nuestro papel dentro de la relación, ya que tradicionalmente ha sido al revés: ‘mientras el hombre se desarrolla con éxito la mujer es el soporte detrás’ (yo diría a un lado, no es fácil lograr el éxito sin alguien a tu lado pero ese es otro tema) y cuando nos toca el papel de soporte, nos incomoda sobre todo por la manera como se proyecta la pareja hacia el exterior, hacia los demás en especial en culturas donde los papeles tradicionales están claramente establecidos como en México”.
“Los hombres somos competitivos por naturaleza y tener competencia dentro de nuestra propia casa incomoda, quita el balance, esperamos soporte no competencia. Creo que cuando ambos son exitosos en ámbitos diferentes la cosa cambia y se convierte en una simbiosis de mucho poder”.
Muchas de las respuestas se referían justo a esta lucha de poder, a la competencia en la pareja y al control que la mujer pretende ejercer sobre el hombre cuando ella es la exitosa. Y aquí reflexiono: sí, me parece cierto que muchos hombres, sobre todo en una cultura como la nuestra machista, son inseguros y necesitan ser quienes tengan el control. Cierto, una mujer tan independiente dispara las inseguridades y miedos del hombre, sobre todo si es un hombre que no está consciente de ellos y los esconde bajo capas de compensación como normalmente hacemos todos.
Los hombres tienen en el inconsciente una parte femenina, llamada “Ánima” y las mujeres una parte masculina,conocida como “Animus”
¿Qué hacer?
Las mujeres ¿necesitamos hacernos “chiquitas”, regresar a la cocina y a los roles tradicionales si es que pretendemos tener una pareja? La verdad ésta no me parece la respuesta, hemos avanzado demasiado para regresar al punto de partida que tampoco era satisfactorio o pleno, ni al nivel personal, ni de pareja.
Mi propuesta entonces es ir más lejos que esto, como mujer independiente o no, exitosa o no, la cuestión es analizar cuál es la relación con los hombres, sean pareja o no.
Hace muchos años tuve la gran fortuna de tomar un hermoso taller tántrico: Inner man, Inner woman, basado en gran parte en el modelo de los arquetipos femenino y masculino de Carl G Jung. Los hombres, aunque masculinos en el exterior, tienen su parte femenina (Ánima) en el inconsciente; las mujeres, femeninas en el exterior, tenemos una parte masculina (Animus) dentro. Las polaridades se atraen, los iguales se repelen; si como mujer estoy totalmente tomada por mi parte masculina (“masculinizada” como se dice ahora), difícilmente seré atractiva para un hombre igual parado en su parte masculina. Las mujeres de antaño estaban totalmente en su parte femenina pero ignorantes de la masculina, lo cual les restaba poder e independencia. Ambas partes son necesarias, pero es justo estar conscientes y saber cuándo usar una y cuando la otra, lo cual nos convierte en seres plenos y totales. Es importante entonces hacernos conscientes de cómo es la relación con la parte femenina y masculina, así como ambas se relacionan entre sí. Porque lo de afuera siempre será el reflejo de lo que está pasando en mi mundo interno.
Ser consciente también de qué roles tomo en las relaciones con los hombres: ¿Me vuelvo la madre? ¿Soy controladora, dominante, lo aconsejo, lo trato como a un hijo? O ¿Soy la hija dependiente, idealizo al hombre, es mi protector, mi salvador?
¿Rescatadora? ¿Atraigo hombres con problemas económicos, con la ex, con los hijos y pretendo ser la comprensiva, quien lo ayude, lo apoye en todo, poniendo su vida y su carrera por encima de la mía propia?
Y como estos, hay muchos otros roles que tomamos de forma inconsciente, mismos que dan al traste a la relación.
De regreso al tema inicial: sí, hay muchos hombres inseguros y llenos de miedos, frustrados, a quienes una mujer exitosa, independiente, poderosa, les causa terror, pero hay hombres conscientes de sus inseguridades, maduros, dispuestos a crecer, para quienes una mujer así no es problema. Revisa entonces si estás justificando tus propias formas infantiles de relacionarte con la idea de que los hombres se van porque “te tienen miedo” y mejor trabaja en ti. Aprende a relacionarte con tus dos polaridades, femenina y masculina, usarlas a tu favor para crecer en amor y libertad. Si trabajas en esto, seguro los hombres inseguros e inmaduros seguirán huyendo o tú misma ya no los buscarás, pero muy probablemente llegará uno que sí pueda y quiera caminar contigo. No podemos controlar lo de afuera, pero sí crear un espacio sagrado dentro de nosotras para recibir a la pareja cuando aparezca. Las mujeres no necesitamos salir a buscar el amor, somos como faros que sólo deben prender su luz interior para que alguien la vea y se acerque.
Aura Medina DE WIT Psicoterapeuta, Instructora de Meditaciones, Escritora. Directora de talleres sobre relaciones y codependencia. Auramedinadewit @AuraMedinaw amorocodependencia@hotmail.com |