¡Hablando se entiende la gente…!

¿Has estado con alguien que su plática es más que interesante? Seguro ha seguido estos pasos.

Leonel Castellanos

Estoy seguro que eres experta en maquillaje, ropa, modales, dermatología, dominas tu carrera, tienes una excelente letra y ortografía impecable, pero te apuesto a que jamás has analizado que tan buena “conversadora” eres. Claro, todos los días platicas con todo tipo de personas, pero cuando “alguien” te impone, te gusta, te mueve, te salen una trenza y un reboso, te quedas con cara de venado carretero lampareado y no dices nada, o lo felicitas porque es martes, ¿¡en serio!? Esta es la realidad y no lo puedes negar. Pero te has preguntado qué pasaría ¿si cambiamos esa realidad? ¿Y si ahora cada vez que hables con el “importante”, impactas? ¿Se puede? ¡Claro que se puede! Te voy a decir cómo:

1. Memoriza las siguientes 5 palabras: películas, comida, viajes, libros y música. Ejemplo en una cita: ¿Cuáles es tu top 3 de películas del mundo mundial?, ¿Cuál es el mejor libro que has leído?, ¿A dónde te gustaría viajar? Cuéntame. Obviamente el chiste es desarrollar un buen rato de plática a partir de estas preguntas, o sea que tú también tienes que responder a la pregunta que hiciste y contarle a la otra persona tus preferidos y porqué lo son.

2. Pregunta, escucha poniendo atención y luego invierte la maniobra. Involúcrate en el tema del que hable la otra persona, es importante llevar los temas a cosas que apasionen o causen sensaciones y sentimientos fuertes (positivos) en la otra persona. No es lo mismo hablar de aquella vez que encontraste una basurita en tu ombligo o de que te quedaste dormida en la oficina, que hablar de aventarse de un paracaídas, de tu pasión por el baile o de lo que más te gustaría hacer en esta vida. ¿Capisci? Obviamente quiero que tus respuestas, anécdotas e historias sean impactantes.

3. Haz una lista de las cosas más interesantes, divertidas, raras, motivadoras, etc. Que te hayan pasado y llévalas frescas en la cabeza para usarlas cuando las necesites. También puedes usar historias de otras personas o hasta de películas mientras las cuentes de la forma más espectacular posible. Sonríe y mira a los ojos. Sí puedes tócalo, hazlo en el antebrazo, (cálmate, hasta acá vi como subió tu coloración cachetil). No presumas, no hables de sexo, ni de tu ex, política, religión, tu sobrinita, tus problemas, ni de tus defectos (a menos que sea para minimizarlos o burlarte de ellos), tampoco de cosas desagradables y si vas a decir algo de otra persona, que sea algo positivo. NO MIENTAS.

4. Encuentra puntos en común con la otra persona y di EN VOZ ALTA que los tienes. Si hay cosas que desconoces por completo, pídele que te cuente y explique, mira a los ojos y sonríe discretamente mientras la otra persona habla. No mires encima de su hombro nunca y no revises tu celular mientras estás con un humano. Lee, infórmate, ve programas de TV para que cada vez tengas más y mejores cosas de qué hablar. Asegúrate que tu lenguaje no verbal, comportamiento y lo que sea que salga de tu boca sea congruente, y sirva para lograr tu objetivo.

5. Practica, haz todo lo anterior con cuánta persona puedas, conviértete en una “taxista platicadora” y habla con todo mundo, pero ahora con una intención, impactar y persuadir. Eventualmente te darás cuenta de que ser una gran conversadora es relativamente simple, sobre todo porque ya lo habrás hecho muchas veces.

¡¿Quiobole?!