Salud antes que vanidad

Ante la aparición del COVID-19 y la extremas medidas de higiene que debemos adoptar, no solo hemos cambiado nuestros hábitos personal, sino también nuestras costumbres, a tal grado que muchas mujeres de sacrificar nuestra vanidad.

Para entender cómo evolucionaron estos hábitos, el Programa Belleza y Bienestar de CANIPEC (B&B) realizó una encuesta entre varios mexicanos para conocer las nuevas prácticas de cuidado personal que se han adoptado. La mayoría de ellos coinciden en que debemos de tener especial atención en las uñas, mientras que otros comentan que debemos evitar el uso de accesorios.  Aquí algunos otros hallazgos:

  1. El largo de uñas si importa

El 46% de los encuestados mencionan que es trascendental prestar especial atención en mantener las uñas cortas y limpias, ya que una persona puede tener entre 104 y 109 unidades diferentes de microorganismos en las palmas y dedos, parte de estos se albergan debajo de las uñas.

Por ello, los especialistas del Programa Belleza & Bienestar mencionan que mantener las uñas largas puede ser contraproducente, pues si éstas tienen contacto con la cara o la boca después de agarrar cualquier objeto, el riesgo de contagio incrementa.

  1. ¡Adiós anillos y pulseras!

A raíz de la coyuntura de salud que estamos viviendo, los mexicanos han dejado de usar accesorios; pues 39% de los encuestados ve innecesario colocarse relojes, pulseras y anillos. Los especialistas de B&B indican que es una buena práctica, pues señalan que la piel debajo de dichos accesorios está más colonizada por gérmenes a diferencia de aquellas áreas que no llevan algún objeto encima.

  1. Más esmalte, menos gelish

Por su parte, 10% de las consumidoras que respondieron a la encuesta, mencionan que dejaron de aplicarse gelish; mientras que 7% evita por completo el acrílico en sus uñas.

  1. Utilizar guantes para protegerse

B&B recomienda como medida extra, el uso de guantes durante las actividades cotidianas de limpieza y desinfección, puesto que se requieren productos cuya composición química puede resultar molesta o incluso agresiva para la piel y uñas; lo cual provoca debilitamiento y este puede facilitar la adquisición de hongos y bacterias, así como de padecimientos como dermatitis o urticaria.

Sin duda, nuestros hábitos siguen en constante evolución y ello impacta en nuestras costumbres. Por ejemplo, estamos revalorando el uso de anillos que simbolizan algo importante y estamos dando más peso a nuestra higiene”, finaliza Rosa María Sánchez vocera del Programa de Belleza y Bienestar.