Por: Santiago Parra, Presidente del Comité de Sostenibilidad de Hoteles City Express.
El Covid-19 nos ha dejado fuertes estragos en la economía mundial y local, pero al mismo tiempo, nos ha hecho reflexionar sobre nuestro actuar y el impacto que tenemos en el medio ambiente, así como el planeta.
Esto se convierte en una oportunidad para corregir el rumbo, para hacer que cada acción cuente y dejar una huella positiva durante nuestra estancia en el mundo. Las acciones que adoptan las empresas en este rubro son las más importantes, por la capacidad de influencia y recursos que tienen.
En el ámbito turístico, sin duda uno de los más afectados en esta pandemia, la “nueva normalidad” está dictada por los esfuerzos que realizan los jugadores para la protección de los viajeros, sus empleados y cada uno de los actores que están involucrados en esta cadena de valor.
Seguir las recomendaciones y protocolos internacionales y adoptar certificaciones avaladas por organismos respaldados por instituciones internacionales como Safe Hotels y World Travel & Tourism Council (WTTC), darán confianza a los viajeros y empleados del sector para activar la industria en un corto plazo, principalmente en los destinos cercanos al lugar de origen que tengan más contacto con la naturaleza.
La sostenibilidad, desde hace varios años se ha perfilado como uno de los principales activos de las empresas, y los consumidores están hoy, más que nunca, más receptivos para inclinar sus preferencias hacia empresas con un fuerte compromiso con la sostenibilidad; tras esta nueva realidad el tema ha cobrado un nuevo impulso y mucho mayor fuerza.
En España y Noruega, por ejemplo, están apoyando el turismo circular y sostenible a través de la producción de energías renovables, uso de las bicicletas, protección de la biodiversidad, adaptación a nuevas ciudades sostenibles y el fomento de la producción y gestión industrial sostenible.
Nuestro país no ha sido la excepción, por ejemplo, la cadena Hoteles City Express ha demostrado que están convencidos que todos somos huéspedes del mundo y en consecuencia buscamos retribuir positivamente lo mucho que la Tierra nos ha dado.
Con todo esto quiero decir que la sostenibilidad ya no puede ser un “valor agregado”, sino que debe ser un compromiso de las empresas, y más después de lo que nos ha tocado vivir en los últimos días.
Las personas son y seguirán siendo cada vez más exigentes, no solo en tema de calidad y servicio, sino también en cuanto a la historia y valores que hay detrás de los productos y servicios que eligen.
Es necesario que los viajeros exijan y premien con su preferencia a destinos y experiencias que sean respetuosos con el planeta y las comunidades en las que se encuentran.