El concepto “ciclo”, sea cierre de uno o inicio de otro, suele llevarnos a visualizar eventos relativos a fechas: cumpleaños, aniversarios y cierre e inicio de años, entre otros. Justamente estamos próximos a terminar el ciclo 2023 e iniciar el 2024 —año nuevo.
En los últimos 30 días del año, sea a nivel subconsciente o consciente, miramos lo que hicimos en los últimos doce meses, catalogando y dividiendo los resultados en logros y fracasos, pérdidas y ganancias, escaseces y acumulaciones, promesas cumplidas e incumplidas. Casi siempre, nuestra observación se refiere a los resultados materiales. En estas líneas hablaremos de observación interna —introspección.
Acercándonos al cierre del ciclo presente y al inicio del nuevo, dejemos de fijarnos en los resultados en el plano físico, planteando así la oportunidad de acceder a nuestra dimensión etérea, expandir nuestra consciencia, tornándonos introspectivos y objetivos. Sintonicemos así con la frecuencia de nuestra esencia, aquella partícula que se despegó del proceso de la creación universal para crear por sí misma.
Vivimos así la acción de abrir las puertas del corazón, y observar qué tanto hemos expandido en nuestro interior, con nosotros mismos.
En el instante de observarte honestamente, te percatas de si en realidad expandiste a nivel interno durante el ciclo que se está cerrando. Obsérvate y pregunta: ¿trabajé en ser más feliz, más objetivo, menos juicioso, más amoroso, más tolerante? Es claro que las preguntas y respuestas deben observarse deliberadamente desde la objetividad antes mencionada y, claro, escritas en papel. Una autoobservación honesta, conduce a un estado de autolealtad y autorrespeto, en el que trazar metas internas se convierte en una tarea más nítida, sin ver el tema material.
La introspección es un proceso de marcación interna: lo que trabajaste el ciclo que se está cerrando y lo que trabajarás el ciclo nuevo; todo es interno. La introspección desde una óptica de abundancia, de mejoría, te transforma, no porque parte de la existencia es mala, sino porque se puede mejorar. A modo de ejemplo, una persona quien decide expandir su sociabilidad y tener contacto con más personas y lo trabaja de modo consciente, impacta en el polo opuesto, que en este caso será la solitud (aclaro, esto no quiere decir que estar solo sea malo; simplemente, al expandir su sociabilidad, disminuye la solitud, equilibrando ambos polos).
Señalo algunos pasos para cerrar un ciclo e iniciar el nuevo:
- Autoconvergencia. Haz un inventario de los procesos internos vividos en el ciclo anterior.
- Modificación. Observa tu inventario y apunta qué quieres modificar.
- Intención. Observa la lista de modificaciones y describe tus intenciones para el ciclo nuevo.
- Memoria futura. Apunta, ¿qué inventario tendrás al final del ciclo nuevo? Se utiliza visualización escrita, dejando espacio para sorpresas.
- Sintonización futura. Es IMPERATIVO sintonizar con la frecuencia de aquello que deseas sentir.
- Marcación. Apunta tus avances, sin flagelarte, ni frustrarte por la falta de avance.
¡Feliz reflexión y preparación para el próximo ciclo que será 2024!
Moshé Habia
Especialista en Patrones de Comportamiento Humano; Sexualidad Humana; Espiritualidad y Desapego
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