Por: Eli Martínez, Especialista en Empoderamiento Personal y Organizacional
Seguramente te sientes impotente, frustrada, quizás desesperada. Has luchado tanto y ahora no sabes qué hacer para afrontar lo que te está demandando la vida.
No esperabas esta crisis, con todas las pérdidas que lleva aparejadas; no esperabas perder lo que tanto trabajo te ha costado, o perder oportunidades que ya estaban en puerta. Peor aún: no esperabas perder seres queridos, protección, una vida.
Sin embargo, esta es la vida, llena de vaivenes que nos invitan a reflexionar, a hacer un alto para revisar si vamos por el camino correcto.
De repente te ves confrontada con una realidad que era cómoda, pero que no era perfecta; quizás distaba mucho de eso.
La buena noticia es que este mundo se acaba, pero comienza uno nuevo que está lleno de oportunidades, nuevas experiencias, aprendizajes y nuevas personas.
¿Cómo comenzar?
- Primero, revisa cómo te sientes emocionalmente ante esta situación. Valida tus emociones y permítete expresarlas; habla con una persona de confianza con quien puedas mostrar tu vulnerabilidad, o escribe un diario, o baila, grita, ¡EXPRÉSATE!
- Una vez que estés más clara, escribe cuáles son tus cinco principales sentidos de vida en orden de importancia; es decir, aquello por lo que vale la pena vivir, tus motivaciones. Esta lista siempre hay que tenerla actualizada.
- Toma decisiones que te produzcan paz, no tensión. Para ello es importante que revises tu cuerpo. Si se tensa, es una mala decisión; si se relaja, es una buena decisión; aunque duela, es lo mejor internamente.
- Enfócate con pequeñas acciones que te vayan llevando a realizar cada uno de ellos.
- Agradece y aprecia lo que tienes, no te quejes de lo que te falta o no tienes.
- Trata de hacer feliz a los que tienes a tu alrededor, porque cuando aportamos a los demás nos sentimos mejor y más motivados.
Recuerda que todo pasa, y esto también lo hará.