Boston: donde la historia y la modernidad se dan la mano

Desde un café en Downtown Crossing hasta una caminata por The Greenway o una tarde frente al mar, cada esquina guarda una historia y una promesa de descubrimiento

Por Ann Muller

Boston es una ciudad que late al ritmo del pasado y del futuro. Cuna de la independencia estadounidense, epicentro académico y faro de innovación, esta metrópoli conserva con orgullo su legado colonial mientras abraza la modernidad en cada rincón.

Navegar entre íconos arquitectónicos

Una de las mejores maneras de comprender la evolución de Boston es desde el agua. El recorrido “Discover Boston’s Iconic Buildings”, de Charles River Boat Company, ofrece una perspectiva fascinante de su arquitectura. Narrado por expertos de Boston By Foot y en colaboración con la Boston Society for Architecture, el tour combina historia, diseño y paisaje urbano con vistas incomparables del puerto y del río Charles.

Saborear la historia: de ostras y tradiciones

Pocos lugares condensan tanta historia como el Union Oyster House, el restaurante más antiguo de Estados Unidos, fundado en 1826. Ubicado en el Freedom Trail, cerca de Faneuil Hall. Hoy conserva su barra original y sus sabores clásicos, convirtiéndose en una parada obligada para quien desee degustar el espíritu de la vieja Boston.

Recorrer la ciudad de los primeros

Boston es conocida como “The City of Firsts” por una razón. Aquí se erigió la primera escuela pública, el primer parque urbano y la primera biblioteca municipal del país. Recorrer el Freedom Trail es revivir los días de la Revolución, entre la Old State House, Quincy Market, Faneuil Hall y la iglesia donde se encendió la llama de la independencia. En Beacon Hill, el tiempo parece haberse detenido entre sus farolas de gas, calles empedradas y casas de ladrillo rojo. Mientras tanto, en Back Bay, la elegancia victoriana se mezcla con boutiques, galerías y restaurantes que marcan tendencia.

Inspiración académica y cultural

El arte contemporáneo tiene su epicentro en el Institute of Contemporary Art (ICA), un edificio que refleja la innovación y creatividad que definen a la ciudad. Fundado en 1936, este museo impulsa la reflexión y el diálogo entre artistas y público con exposiciones, performances y programas educativos que dan voz al arte de nuestro tiempo.

Arte al aire libre y sabores en movimiento

En el corazón de la ciudad, The Greenway transforma el paisaje urbano en una galería a cielo abierto. Su programa de arte público presenta exposiciones temporales que invitan a la interacción y al descubrimiento, rodeadas de jardines, esculturas y senderos que invitan a caminar sin prisa.

Entre arte, diseño y comunidad

Para quienes buscan una experiencia más local, el SoWa Open Market es un must. En este espacio del distrito artístico de South of Washington, los domingos se llenan de color, creatividad y sabor. Artistas, agricultores, diseñadores y chefs se reúnen en un ambiente relajado donde el arte y la vida cotidiana se fusionan. Además de los puestos y galerías, la música y los food trucks convierten a SoWa en una celebración del talento regional y la vida comunitaria.

Fusión de sabores con alma latina

En el Seaport District, la chef Tatiana Pairot Rosana conquista paladares en Para Maria, un restaurante con alma latina y espíritu global. Hija de inmigrantes cubanos y formada en la alta cocina francesa, Tatiana combina sus raíces con influencias coreanas y toques de Nueva Inglaterra.

Dormir con estilo

En el dinámico Downtown Crossing se encuentra The Godfrey Hotel Boston, un refugio que redefine el concepto de hotel boutique. Su fachada gótica de 1908 da paso a un espacio contemporáneo, luminoso y lleno de energía creativa. Desde su acogedor lobby hasta el George Howell Coffee o el ecléctico RUKA Restobar, el ambiente invita a relajarse y conectarse. Es el punto de partida ideal para descubrir una ciudad que inspira con su vitalidad urbana y su sofisticación sin esfuerzo.

Escapadas con encanto por Nueva Inglaterra

Después de recorrer las calles históricas de Boston, con su mezcla perfecta de pasado colonial y modernidad cosmopolita, vale la pena extender el viaje para descubrir los paisajes, sabores y tradiciones que definen la esencia de Nueva Inglaterra. A pocas horas por carretera, los estados de Maine y Vermont ofrecen experiencias que combinan naturaleza, cultura y una genuina hospitalidad local.

Navegando la costa de Maine

Un clásico imperdible es Finestkind Scenic Cruises, una empresa familiar que desde 1956 muestra la incomparable belleza del litoral de Maine. Fundada por Oscar y Eleanor Hubbard, esta compañía inició con una sola embarcación y hoy cuenta con una flota de tres barcos que recorren la costa entre mayo y mediados de octubre. Con más de quince salidas diarias, sus cruceros permiten admirar acantilados, faros y pueblos pesqueros que parecen detenidos en el tiempo, todo mientras se disfruta del aire fresco del Atlántico.

Tras el paseo marítimo, nada mejor que detenerse en el Cliff House, uno de los resorts costeros más reconocidos de Maine. Ubicado sobre los acantilados, ofrece vistas panorámicas del océano y una propuesta gastronómica que rinde homenaje al producto local. En su restaurante The Captain’s Table at Nubb’s, una moderna versión de un tradicional “lobster shack”, los comensales pueden disfrutar de langostas recién capturadas, ostras y platillos marinos en un ambiente relajado y sofisticado.

Para quienes buscan una experiencia más urbana, la Portland Discovery City and Lighthouse Tour es una excelente opción. Este recorrido guiado de una hora y 45 minutos combina lo mejor de la ciudad portuaria de Portland con una visita al emblemático Portland Head Lighthouse, en Cape Elizabeth, uno de los faros más fotografiados de Estados Unidos.

El encanto rural de Vermont

A unas tres horas de Boston se encuentra Woodstock, Vermont, un pueblo que parece sacado de una postal. Sus edificios históricos alrededor de la plaza central —conocida como the Green—, la biblioteca Norman Williams de piedra rosada y el famoso Middle Covered Bridge sobre el río Ottauquechee, hacen de este destino un ejemplo perfecto del estilo clásico de Nueva Inglaterra.

Y a pocos minutos de ahí, el Artisans Park reúne lo mejor de la producción local en un solo lugar: cervezas artesanales en Harpoon Brewery, destilados en SILO Distillery, mermeladas en Blake Hill Preserves, además de la delicadeza del Simon Pearce Glassblowing Studio, donde los visitantes pueden observar el proceso del soplado de vidrio.