Mientras que en el hemisferio norte la temperatura desciende, en el sur del continente el verano se acerca, pretexto perfecto para conocer un destino como Uruguay.
Este país sudamericano destaca por su tranquilidad, la calidez de su gente, pero también porque ofrece varias experiencias.
Por ejemplo, vale la pena vivir un safari minero. Amatistas y diversos minerales esperan a los viajeros en las canteras de la región de El Catalán. Sin duda, una excursión que se puede concertar con el Hotel San Eugenio de Cuareim.
Para completar la vivencia minera, a poco más de dos horas de allí, se encuentra Minas de Corrales, un pueblo que vivió al máximo la fiebre del oro a principios del siglo 19. Se pueden conocer las minas de extracción, el Museo del Oro o la gran represa de Cuñapirú, la cual abastecía de energía a la zona.
Una opción para los amantes de la naturaleza es una escapada al Área Protegida del Valle de Lunarejo. Senderos ecoturísticos aptos para toda la familia harán que todas las preocupaciones desaparezcan de un plumazo.
En esta época del año al visitar Uruguay hay que recorrer la rambla de Montevideo en bicicleta. Desde la Ciudad Vieja hasta el Parque Rodó se puede pedalear al ritmo que marcan las olas del Río de la Plata, acompañado por la brisa y por los rayos del sol que iluminan el camino hasta la meta. Sin duda, Uruguay resulta un país que sí o sí hay que visitar.