Haz este recorrido gastronómico en OAXACA

Este estado es un destino excepcional que puedes visitar en cualquier momento del año.

Oaxaca es reconocida por sus valiosas aportaciones a la gastronomía mexicana, así como por su enorme variedad de maíces, frijoles y chiles. La cocina oaxaqueña enriquece su sabor con hierbas, semillas e insectos que se consumen desde la época prehispánica y que sirven para preparar un sinfín de platillos dulces y salados.

¿Estás lista para probarlos?

Mole

Su principal característica es la mezcla de diferentes ingredientes como cacao, maíz, pepitas, ajonjolí y distintos tipos de chiles.

Oaxaca es llamada “la tierra de los siete moles” por la variedad de preparaciones de mole con los que cuentan, por ejemplo, negro, rojo, amarillo, verde, estofado y chichilo, en donde cada uno integra diversas semillas, especias y hierbas originarias del estado, lo que lo hacen una opción deliciosa digno de cualquier celebración.

Este platillo tradicional se sirve en las festividades más importantes del estado y se acompaña de carnes como el guajolote, pollo, res, chivo, gallina, cerdo e incluso pescado.

 

Tlayuda

Se utiliza como base una tortilla de maíz hecha a mano, que mide alrededor de 30 centímetros y que tiene una consistencia única. La preparación tradicional consiste en ponerle encima frijoles refritos, queso, tasajo (un guiso de carne de res característico del estado), cecina o chorizo y se vende como un antojito o botana que se puede acompañar con mezcal o cerveza.

Como dato curioso, en un concurso de redes sociales en 2020, se eligió a la tlayuda como el plato favorito de América Latina. Esto debido a su sabor, accesibilidad e incluso versatilidad.

 

Caldo de piedras

Esta es una creación prehispánica, quizá una de las más exóticas de la región, pues es considerado como un platillo para honrar a la mujer y solo es elaborado por hombres, quienes se reparten las labores equitativamente. Se cocina con agua, rebanadas de jitomate, cebolla, chile verde, ajos machacados y hierba santa. Los ingredientes se colocan en una jícara de barro y posteriormente se agregan dos o tres piedras del río al rojo vivo. Esto es lo que permite la ebullición y cocción del caldo, al tiempo que le da un sabor realmente peculiar que vale la pena probar.

 

Tamales de chepil

Si bien es posible degustar tamales oaxaqueños en muchos lugares del país, existe otro tipo de tamales que también son originarios de Oaxaca: los tamales de chepil (también llamado chipil o chipilín).

Estos son elaborados con masa de maíz, manteca de cerdo batida y caldo de res o pollo, pero lo que les da nombre, es precisamente su ingrediente estrella, las hojas de chepil, una planta perteneciente a la familia de las leguminosas que al madurar suele ser utilizada como quelites o como hierbas de olor, que sin duda le otorga un toque único a los tamales.

 

Caldo de gato

El nombre de este particular caldo tiene una gran historia, se dice que tiene que ver con la forma en la que se refieren a la clase social más baja dentro de las haciendas, pues eran ellos quienes degustaban de este platillo.

Aunque también está la creencia de que cuando se estaban cociendo los ingredientes en la olla, un gato curioso cayó en ella. Sin importar cuál origen decidas creer, este platillo es un imperdible al visitar Oaxaca, se prepara con espinazo de res, garbanzos, zanahorias, chayotes, ejotes, jitomate, cilantro y chile pasilla. Por la anécdota y por el sabor, ¡vale la pena probarlo!.

Viajar a Oaxaca siempre será garantía de tradición, cultura y excelente gastronomía, aunque estos platillos puedan encontrarse en otros estados, hay cierta magia en recorrer el estado y degustarlos en su lugar de origen.

UN MUST

Una muy buena opción para comer como local es visitar el tradicional Mercado 20 de Noviembre, fundado en 1893 y que se ubica a unas calles del Zócalo de la ciudad. Incluso, los sábados de tianguis, en
las calles que lo rodean se colocan comerciantes provenientes de diversas comunidades para ofertar frutas y verduras frescas, sal de gusano o chapulín, empanadas, mole, tortillas, tlayudas, pan, tamales y bebidas tradicionales como el atole, tejate o tepache, que elaboran con jugo de fruta, especias y piloncillo.

La gastronomía mexicana es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2010.