Por: Einar Müller
Si hay un Estado que puede presumir infinidad de experiencias es Guanajuato.
Ubicado en el centro del país, se distingue por sus Pueblos Mágicos, viñedos y ciudades. Sin duda, aquí siempre hay gratas experiencias.
Una manera de iniciar la travesía es en Dolores Hidalgo, uno de los sitios históricos más importantes de México. Este Pueblo Mágico lleva su nombre justamente en honor a Miguel Hidalgo y Costilla, quien aquí gestó el movimiento de Independencia del país.
Además, este destino también fue el hogar del famoso cantante y compositor José Alfredo Jiménez, por lo que hay un museo dedicado a él. En dicho espacio se encuentran sus trajes de charro, telegramas, fragmentos de canciones y trofeos.
Este Pueblo Mágico es famoso por sus exóticos helados, en sus locales se pueden encontrar nieves de aguacate, cerveza o mole, uno de estos sitios: La Flor de Dolores.
También hay que mencionar que entre San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo, la tierra está adornada con viñedos mexicanos.
Cuna de Tierra, Bodega Dos Búhos y Rancho Toyan resultan sitios perfectos para los amantes del vino.
Con su propia historia
Al adentrarse a Mineral de Pozos enseguida se siente el misterio que se esconde detrás de este “pueblo fantasma”.
Hace varios años de sus entrañas se extraía oro, plata y mercurio. Sin embargo con el paso del tiempo, y debido a diferentes movimientos como la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera la inestabilidad se presentó en la localidad; hasta que Mineral de Pozos se ganó la fama de “pueblo fantasma”, ya que una gran parte de sus pobladores huyeron de aquí, rumbo a otros sitios.
Sin embargo, en 1982, a este destino se le declaró Tesoro Histórico Nacional y, en febrero de 2012, Pueblo Mágico, dos nombramientos que le han ayudado a atraer al turismo nacional e internacional, deseoso de escuchar la historia completa de este sitio, caminar por sus calles empedradas, saborear su gastronomía y admirar sus antiguas casonas, varias de ellas convertidas en lindas boutiques.