Conocer Argentina en auto es una excelente idea para no perderse la mística del paisaje. Cada lugar del recorrido esconde nuevos escenarios imponentes, únicos, mágicos.
El camino es el destino.
Argentina es un país ideal para subirse al auto y perderse en sus rutas para quedar inmerso en los detalles de cada paisaje.
Montañas, desiertos, ríos, lagos, el mar y campo son algunos de los escenarios para disfrutar y un road trip es una excelente opción para conocer este mágico país aprovechando el tipo de cambio y pocos requisitos sanitarios para ingresar.
La Quebrada de Humahuaca
Ubicada a 4761 metros sobre el nivel del mar, cuando el sol lo ilumina sus 14 colores brillan y eclipsan.
Inmensas montañas verdes, naranjas, rojas y violetas rodean la Ruta 9 sobre la que se desarrolla la magia de la Quebrada de Humahuaca, en el norte de Argentina. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, enamora a cualquiera. Con alturas que varían entre los 1600 y 4600 metros, las postales que regala son increíbles.
Si subes por las montañas, a 25 kilómetros de la histórica ciudad de Humahuaca encontrarás la Serranía del Hornocal, punto imperdible en este trayecto. El Cerro de los Siete Colores y el Camino de los Colorados en Purmamarca, también son imperdibles.
Prueba la gastronomía típica con platos tradicionales de la región como tamales y humitas deleita los paladares.
La Ruta 40
Hay una ruta en particular que une sensaciones, emociones y experiencias. De norte a sur, la Ruta 40 atraviesa el país con sus 5200 kilómetros de paisajes que erizan la piel. Montañas, ríos, lagos y desiertos son parte del camino que comienza en Cabo Vírgenes, provincia de Santa Cruz y finaliza en la cálida ciudad de La Quiaca, en Jujuy.
Su traza acompaña a la Cordillera de los Andes, recorre 27 pasos cordilleranos y alcanza los 5,000 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en la ruta más alta de América y la segunda del mundo.
Como si fuera poco, pasa por cinco Patrimonios de la Humanidad como la Quebrada de Humahuaca; el Parque Nacional Talampaya, en La Rioja; el Parque Provincial Natural Ischigualasto, también conocido como Valle de la Luna, en San Juan, y el Parque Nacional Los Glaciares y la Cueva de las Manos, en Santa Cruz.
Las rutas del vino
Buenos paisajes y enoturismo es la excelente combinación que ofrece Cafayate en la provincia de Salta. Escondida detrás de caminos entre montañas, esta ciudad se dedica a la cepa Torrontés, una uva blanca con la que se elabora el vino que se destaca por su aroma y sabor frutados. En San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña también se pueden visitar bodegas que se dedican a variedades como Cabernet Sauvignon, Malbec, Bonarda, Syrah.
La postal de los viñedos acariciando la Cordillera se repite en el noroeste, en la ciudad de Mendoza, donde el turismo es atraído por sus vinos de renombre internacional. En el Valle de Uco, las bodegas organizan deleitantes experiencias gastronómicas que deslumbran los sentidos.
La Ruta del Mar Patagónico
Recorrer en auto la Ruta Nacional 3 también es una gran elección. Desde la Río Negro hasta Santa Cruz, la magia de la Patagonia se manifiesta en los paraísos naturales que se van mostrando como playas, acantilados, penínsulas, golfos y bahías. El paisaje se completa con la fauna característica que conforman las ballenas, orcas, pingüinos, elefantes marinos y aves.
De esta forma, se pueden conocer las extravagantes especies que habitan en Península Valdés y Punta Tombo, la Ruta de los Acantilados o “Camino de la Costa”, las hermosas playas de Las Grutas, Ría Deseado y el Parque Nacional Monte León, entre otros puntos.
Se puede ingresar al país sin hacer cuarentena, solo es requisito tener la vacunación contra el Covid-19 completa y un test previo al viaje.