El maldito dilema que hay cuando tus expectativas chocan con la dura realidad.
Por Cecilia Andreu
Aunque no te des cuenta, evalúas tus relaciones interpersonales con base en tus más profundos estándares de “relaciones ideales”, algo parecido a un cuadro congelado de lo que las relaciones “deben de ser”. A la gente y a los medios les encanta definir lo que está bien o lo que está mal en la forma en la que te relacionas con los demás.
Sin embargo, vínculos tan importantes como los que entablas con tus padres, tu pareja, tus hijos, tus amigos más cercanos, las personas con las que trabajas o convives constantemente, abren caminos especiales y autónomos acordes con tu propia historia de vida.
Todos pueden llegar a ser vínculos muy satisfactorios pero, en ocasiones, vienen envueltos en conflictos, resentimientos, apatía, distanciamiento o emociones desagradables. Estas son “relaciones reales” y siempre están en construcción, van haciendo caminos hacia tu interior para que vayas expandiendo tu capacidad para vivir intensa y plenamente.
Es por esa razón que es importante que le dediques tiempo, esfuerzo y constancia al contacto con los demás, son el motor de tu vida y te acompañarán a lo largo de la misma. Pero la clave para llevarlas a un nivel más profundo está en el tiempo que dedicas a la relación que tienes contigo mismo.
El contacto con tus propias emociones, el compromiso con tus propios proyectos o el establecer los límites que tú necesitas, hacen que cubras tus propias necesidades, te fortalezcas desde el interior y puedas transmitir esta energía a los demás.
Mitos de las relaciones de pareja
¿Te hace clic alguno?
- “Tengo que ser el centro de su universo”
- “Tenemos que estar de acuerdo siempre”
- “La relación tiene que fluir fácil”
- “Si me ama tiene que cambiar”
- “Tiene que saber lo que pienso y cómo me siento”
- “Va a solucionar todos mis problemas”
“Si me quiere, tiene que querer a mi familia y amigos”
Cecilia AndreuPsicoterapeutaTw. ceciandreumceciandreu.com |