Óscar Román

Un apasionado del arte

 

Galerista, curador y conferencista de éxito, además de director de una de las galerías de arte más importantes en México, él es Óscar Román. En las siguientes páginas conoceremos más de sus inicios en el mundo del arte y de lo difícil que ha sido pertenecer a esta industria.

¿Quién es Óscar Román?

Soy director de la galería Óscar Román, que se encuentra en Polanco, en la calle de Julio Verne 14. Estudié Relaciones Internacionales en la UNAM. Terminando la carrera, hice dos especialidades: una en arte contemporáneo en Francia, y otra en historia del arte en Londres. Después, regresé a México y empecé a trabajar en antigüedades. De ahí pasé al arte contemporáneo, en el que me especialicé desde hace muchos años.

¿En qué etapa de tu vida se inició esta pasión por el arte?

Yo creo que desde chico. Tenía un primo que nos llevaba a visitar los conventos, a las iglesias, a los museos, a las pirámides, y creo que todo eso que iba viendo me llevó. Realmente, la mente es una esponja, y vas absorbiendo, vas imaginando, y vas captando este mundo maravilloso. Eso fue lo que me hizo apasionarme por el maravilloso mundo del arte.

¿Ha sido difícil incursionar en el arte en México?

Ha sido un camino difícil, pero increíble, porque lo que tú trabajas es lo que logras. Digamos que no hay y no ha habido en todos estos años apoyo institucional para nosotros, sino que realmente ha sido la labor del equipo con el que cuento. Por fortuna, dos de mis hermanas están en este proyecto desde el inicio, y con ellas hemos crecido poco a poco en este camino, que ha sido difícil, sí, pero también muy satisfactorio.

¿Cuál ha sido el momento más difícil en tu carrera?

Ha habido muchos: las devaluaciones monetarias, las crisis económicas… Por ejemplo, el momento cuando se tomó Reforma en 2006, realmente estábamos desesperados, porque se paralizó la economía y la gente no llegaba a la galería. Ahora sí que luchamos para seguir adelante, y bueno, por fortuna hemos continuado. Ahora mismo, con la pandemia, fue una situación muy complicada, porque tuvimos que cerrar, y muchos negocios no lograron sobrevivir. Entonces, sí ha habido retos muy, muy grandes, pero hemos ido afrontándolos poco a poco.

Y, precisamente hablando de la pandemia, qué pasaba por tu mente en ese momento…

Al principio fue algo muy, muy fuerte, porque aún no se sabía cómo se estaba contagiando a la gente, cada vez había más casos y, bueno… Al cerrar, pensamos que era una forma de proteger a los demás, y no nada más al personal, sino a toda la gente que tiene contacto con la galería. Poco a poco fuimos adaptándonos a otras formas, que nos ayudaron a encontrar los mecanismos para poder salir adelante: ir contactando a algunos coleccionistas y mandar información, y dar a los artistas la posibilidad de no sucumbir, porque para ellos también fue muy difícil no percibir ingresos y seguir luchando.

 

“Exhorto a todas las mujeres a que trabajen por sus sueños, que los cumplan y que no dejen ese camino, porque es muy importante luchar y lograrlo.”

 

Regresando a tus inicios, ¿cómo tomaste la decisión de abrir tu galería?

Se fue dando. Estaba en la galería de antigüedades y tuve la oportunidad de vender una obra de Frida Kahlo. La pieza me abrió las puertas al arte moderno y al surrealismo. Era una pieza que había sido propiedad de María Félix y, por fortuna, puede colocarla con un coleccionista. Más tarde vinieron un par de piezas de Leonora Carrington, y eso me hizo pasar al arte moderno y contemporáneo. Contacté a un amigo que tenía una galería, Manuel Rodríguez Caramazana, y con él estuve trabajando directamente con artistas contemporáneos como Luis Filcer, Jorge Alzaga y Jesús Urbieta, y con él más tarde di el paso. ¿Cómo sucedió? Bueno, esa galería tuvo que cerrar porque, lamentablemente, el dueño falleció, y tanto los artistas como yo nos quedamos en el limbo. En ese momento decidimos buscar la posibilidad de abrir un espacio propio, y fueron dándose las condiciones y las posibilidades, hasta que lo logramos, y así nació Galería Óscar Román.

¿Has enfrentado a gente que no quiere que avances?

Sí, ha habido situaciones complejas. Tendría que mencionar a algunas personas, pero no lo haré, porque ya son parte del pasado. Sin entrar en detalles, nos habían invitado a participar en una de las ferias de arte en España, con México como país invitado. Después de recibir la invitación verbal, cuando esperábamos la notificación formal, resulta que “a alguien” se le ocurrió otra cosa, y la confirmación no llegó nunca. De todos modos, nosotros participamos, tuvimos presencia. También sufrimos un robo que, bueno… En México es muy difícil, porque cuando enfrentas situaciones así, muchas veces no cuentas con apoyo de la justicia, porque a pesar de estar localizadas las personas que lo perpetraron, no pasó nada.

¿Cómo piensa un empresario para el futuro aquí en México?

Primero, que debes ser muy paciente, y trabajar a full, o sea, todo el tiempo, porque si la gente piensa que es un negocio al que puedes dedicar un rato o algo así, pues no, porque lleva mucha labor de investigación, curatorial… Requiere horas de trabajo para preparar cada muestra y cada exposición, esperando siempre contar con el apoyo del público, y tener  el gusto de que lo que estás presentando y manejando sea de su agrado.

En el sector del arte, ¿cómo ves la equidad de género?

Hay muchísimas galeristas mujeres. Por ejemplo, está Lourdes Sosa, Karen Huber y muchas queridas amigas que son pilares del arte, llevan muchísimos años y trabajan maravillosamente.

¿Qué sigue para Óscar en el futuro?

Sigue mucho trabajo. Estamos preparando la presentación del libro de los 30 años, que se hará en el Palacio de Bellas Artes. Estamos muy contentos, porque ahí mostraremos este trabajo, que se dice fácil, pero cuando ves la cantidad de exposiciones, de artistas y de actividad que hemos tenido, pues es muy gratificante.

¿Te consideras un empresario exitoso?

Creo que el éxito viene del trabajo. Entonces, sí me considero un empresario que trabaja mucho, que siente gran pasión por lo que hace y tiene mucho amor por el arte. En ese sentido, sí, soy exitoso por haber encontrado lo que más me gusta y donde dejo toda mi emoción y esfuerzo.

¿Qué mensaje das a las lectoras de Air Femme sobre cómo sobrevivir en el mundo empresarial?

Que por fortuna tengo el caso de que mis dos hermanas, Lucero y Yolanda Román, trabajan conmigo. Las dos son empresarias fuertes, aguerridas, expertas en el mundo del arte, y yo les diría que pongan mucho empeño, que trabajen mucho, porque no hay camino que no se pueda lograr. Exhorto a todas las mujeres a que trabajen por sus sueños, que los cumplan y que no dejen ese camino, porque es muy importante luchar y lograrlo A veces uno cae, pero hay que levantarse, hay que continuar, y al final la satisfacción es muy grande.