Tanya Moss ha sentido una gran pasión por la joyería desde que tiene memoria. De pequeña ideaba piezas y accesorios con materiales caseros y de uso común. Años después, al cursar la carrera de diseño gráfico en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, comenzó a involucrarse de manera más formal en el diseño y la elaboración de joyería como una actividad extracurricular.
Tanya participó en un programa de intercambio con la Southern Illinois University, donde se especializó en diseño y fabricación de joyería, bajo la tutela de Richard Mawdsley.
Al terminar sus estudios, comenzó su trayectoria como diseñadora de manera profesional. Desde entonces, Tanya ha tratado de transmitir su amor y pasión por la joyería a través de sus piezas.
En 1995, después de varios años de vender sus piezas “de puerta en puerta”, Tanya incursionó formalmente en el negocio de la joyería con la apertura de su primera tienda en la Ciudad de México. A partir de ese momento, Tanya experimentó un fuerte crecimiento como artista y como empresaria.
En 2003 diseñó su emblemática mariposa, la cual fue un éxito entre los amantes de la joyería y los diseños exclusivos. De inmediato se convirtió en el símbolo de identidad de la marca Tanya Moss. La “mariposa Tanya Moss” es el icono de la empresa y está presente de una u otra forma en casi todos los diseños de Tanya.
La marca Tanya Moss es representante de la cultura mexicana y sus tradiciones, traducidas en piezas que acompañan a cualquier tipo de persona y apoyan de manera positiva y empoderante a la cultura mexicana.
En medio de este encierro, tuvimos la oportunidad de platicar con ella para que nos contara cuáles son sus planes, cómo se reinventará, cómo mantendrá su marca en el mismo nivel de exclusividad e innovación que hasta ahora.
Este tiempo de encierro nos ha servido para implementar varias estrategias de marketing para contrarrestar los meses de recesión. Por un lado, estamos trabajando fuerte en una estrategia en la que las personas puedan ser parte del diseño; es decir, ‘customizar’ su pieza e involucrarse personalmente. Tengo materiales one of a kind, lo que permite que cada diseño sea exclusivo”, cuenta Tanya.
Como buena empresaria, Tanya siempre va un paso adelante, por lo que su empresa estaba trabajando online desde hace varios años, así que el tránsito de las ventas físicas a las ventas en línea no fue difícil.
Estábamos vendiendo online desde hace varios meses, pero la gran diferencia ahora es que me he involucrado más, de manera muy personal. He estado presente en cada decisión y comunicación que sale de la oficina y con los clientes”, cuenta la diseñadora.
Ahora tiene una labor también de relacionista pública, pues platica a la gente y a los clientes directamente de qué se trata su marca, sus diseños y su filosofía.
Hoy uso mis redes sociales para poder comunicarme. Es un reto, porque no es algo natural en mí, pero ha estado interesante; como yo contesto las redes sociales, les estoy dando un toque muy personal”, dice Tanya.
Su forma de promover su marca, Tanya Moss, también dará un giro, pues, afirma, “vamos a hacer comunidades más cercanas; queremos ser más allá de una marca. La comunicación será más orgánica. Además atendemos por WhatsApp, para dar un servicio más personalizado”.
Con estos cambios, también habrá colecciones de edición más reducida, con un toque coleccionable. Habrá piezas a la medida y un nuevo enfoque de mercado.
Asimismo, habrá nuevos lanzamientos, como “Ana Mora por Tanya Moss, que se venderá en la tienda online de Liverpool; pero una vez que todo esto pase, la venderemos ya en la tienda física”, dice la empresaria joyera.
También tocamos fibras más personales e íntimas en nuestra charla, como lo bueno y malo que le ha dejado esta pandemia: “Me ha dejado muy sensible a que, aunque yo soy la arquitecta de mi vida y decido cómo la voy a forjar, también aprendí a decir que no a lo que no quiero, como saturarme de noticias e información. A veces me desconecto de las redes sociales y las noticias, pues lo que necesito es poner mi mente en blanco. También que no me da pena pedir ayuda, el consejo o el apoyo de la gente. Nunca sabes cuándo vas a estar en condición de devolverla. Somos un equipo grande”, dice Tanya.
De igual manera, aprendió a cuidar y proteger su entorno y su propio cuerpo: “Nos tenemos que cuidar mucho físicamente; por un lado, consentirnos, pero al mismo tiempo ser estrictos y hacer ejercicio, comer para estar bien y sanos”.
Y afirma contundente: “No me voy a dar por vencida, y aunque las cosas estén difíciles, voy a encontrar la forma de salir adelante. Siempre estar empujando y ser un buen ejemplo para futuras generaciones, que dependen de mi energía, de que mi creatividad funcione. Lo más importante, para mí, ahora, es la paz que me rodea”, finaliza Tanya.