Por: Susana Santibáñez
Imagínate el escenario: tienes una junta con un ejecutivo muy importante del que dependen las contrataciones de tu empresa para todo el año. Ahora, mírate en el espejo, ¿qué ves? A una mujer fuerte, independiente, exitosa, guapa e inteligente.
Pero, ¿lo que quieres proyectar es lo que verdaderamente ve el mundo? No siempre es así, a veces nuestro autoconcepto no va con lo que proyectamos. Por eso es muy importante estar claras con la imagen que transmitimos y dependiendo de nuestro tipo de cuerpo, qué partes debemos acentuar o disimular y qué colores usar para dar la imagen que queremos.
En este escenario si lo que quieres proyectar es seriedad y confianza, es muy importante la elección de colores y la estructura de las prendas. Yo te recomiendo usar prendas bien estructuradas, por ejemplo sacos con solapas que te den forma y estructura combinado con colores muy neutrales como lo son el beige, blanco, negro, gris y el azul marino, éste último es muy buen color ya que inspira confianza y eso es lo que deseas proyectar.
Toma siete segundos crearnos una impresión sobre alguien y en esos segundos lo único con lo que juzgamos es la imagen. Lo que proyectamos siempre va a depender de nuestra seguridad y autoestima, saber lo que queremos transmitir nos da más confianza y esa confianza se manifiesta en credibilidad. Nunca desperdicies tu única oportunidad para expresar una buena primera impresión.
Recuerda que la apariencia es cuestión de actitud.