El tanning no está tan IN

¿Traer un bronceado de oficina amarillento?, ¿o tirarse como lagartija al sol hasta parecer Farrah Fawcett o el “Diamante Negro”?  Agarra color y resalta tus atributos  sin arriesgar tu salud.

FarrahFawcett

Existió una época en la que el traer un bronceado “casi permanente” era muy recomendable, como ejemplo está el famoso debate entre John F. Kennedy y Richard Nixon durante el otoño de 1960, previo a la elección presidencial. En esa ocasión, fue justamente el color del candidato por el partido demócrata lo que marcó la ventaja electoral en televisión. Posteriormente, durante la década de los ochenta, comenzaron a surgir las camas de bronceado, sin alertar del peligro que representaban debido a los rayos UV, y de las cuales Farrah Fawcett haría gala durante años. Para los noventa y la década de inicios del siglo XXI, surgieron las cremas autobronceadoras como una solución a quienes ostentábamos un “bronceado de oficina”, es decir, como amarillento pálido, medio enfermo. Pero, incluso el cantante Luis Miguel se encargó de sembrarnos el miedo, cuando en una ocasión comenzó a derretirse —¿o debo decir despintarse?—, y puso el dedo en la llaga contra este tipo de productos y soluciones. Si antes podíamos tirarnos al sol como lagartijas durante horas, hoy día, el riesgo de contraer cáncer de piel es muy alto; lo que solía ser un placer de mucho tiempo, hoy no podemos disfrutarlo sin la debida protección. Aunque en su momento a Roberto Palazuelos, el llamado “Diamante Negro”, no le importó. Mucho se ha dicho sobre los beneficios de tomar la luz solar para asimilar mejor algunas vitaminas y mejorar nuestro estado de ánimo; sin embargo, si abusamos, quizás en años futuros nos vamos a arrepentir. Entonces, la pregunta es: broncearnos ¿qué tanto? Digo, tampoco se trata de parecer carne chamuscada o que parezca que nos peleamos con un zombi en tiempos apocalípticos.

Si decides broncearte, te comparto algunos sencillos tips para adquirir un tono que haga resaltar tus atributos sin arriesgar tu salud.

1. Prepararse para el sol: Aplica prebronceadores unas dos semanas antes de tu viaje, de modo que actives la melanina y evites quemaduras.

2. Ingiere alimentos adecuados. De igual modo, unas tres semanas antes de tu viaje incluye en tu dieta alimentos ricos en beta caroteno para mejorar la pigmentación en la piel (zanahoria, betabel tomate, calabaza, espinaca, pimiento rojo). Para prolongar el bronceado, son indispensables las vitaminas E y B (pescadoy legumbres).

3. Elimina las células muertas de tu piel desde unos días antes de tu viaje y durante el mismo. Usa un tratamiento de exfoliación para que perdure más tu bronceado. Puedes hacer uno en casa con azúcar, limón y miel o comprar alguno en tiendas especializadas.

4. Factor de protección solar (FPS). Es importantísimo que utilices aceites con un filtro solar adecuado y puedas prevenir la presencia de manchas, además así podrás conseguir un bronceado más uniforme.

5. ¡Hidrátate! Es esencial que bebas al menos dos litros de agua diarios e ingieras algunas frutas. Al terminar el día, utiliza una crema o algún gel que contenga aloe vera, esto ayudará a refrescar tu piel.

Juan Pablo Altamirano
JUAN PABLO ALTAMIRANO
Consultor en imagen pública
@altamiranoimage
www.imagenexitosa.com