Conócete y transfórmate

Por: Adrián Alavés, Maestro en Educación para la Paz.

 

Lo complejo sobre conocerse a sí mismo y valorarse, es que hablamos de un concepto muy subjetivo y difícil de dimensionar cuando no se tiene un parámetro; así que voy a empezar a desmenuzar algunos puntos.

Tienes que entender que dentro de nuestra mente habita un ser que llamamos “conciencia”, que está influenciado por muchas interpretaciones y condicionamientos que tenemos por la infancia.

Punto número dos, hay información que guardamos de toda la existencia como ser humano y la tenemos almacenada en nuestros genes. Por lo tanto, si nosotros entendemos que el 95 por ciento de nuestros actos son inconscientes y que sólo podemos elegir el cinco por ciento, sabremos con toda claridad que no tenemos control de nosotros mismos y que el valor que nos podemos dar es el que nos dieron en nuestra infancia o por lo menos el que nosotros interpretamos.

Imagina que eres una cavernícola y que no tienes ni garras, ni grandes colmillos para protegerte; estás en medio de cientos de peligros, animales mucho más grandes que te pueden comer y miles de factores más que se encuentran a tu alrededor. Tú eres de las personas que piensa que puede ir a buscar comida, que será fácil; o quizás seas de las personas que observaron cómo sus compañeros murieron y prefieres quedarte dentro de la caverna esperando que quede algo de sobras de lo que los otros recolectaron.

Ahora imagina que eres un niño, que la mayor cantidad de veces que escuchas la palabra “no”: “no lo toques porque lo vas a romper”, “no te subas porque te vas a caer”, “no vas a poder”.

Quiero que sepas que en tus primeros siete años se quedaron guardadas las reacciones con las que vas a tomar decisiones a lo largo de tu vida; ya sea para tener amigos, para tener pareja, para una profesión, para un proyecto.

En resumen, el ser humano vivió con mucho miedo desde el inicio de su existencia y está condicionado por su infancia; por lo tanto, su mente siempre lo está disque protegiendo y limitando.

Tu cerebro tiene mecanismos de defensa tan arraigados que manda sangre a diferentes partes del cuerpo para atacar, huir, o paralizarlos sin pensar; así que estamos constantemente cometiendo errores, porque nuestra mente no ha evolucionado biológicamente lo suficiente o por lo menos no tan rápido como lo hizo nuestra evolución cultural.

Tenemos un cerebro de cavernícola aterrado y con muchos condicionamientos de la infancia. Nos han convencido de que estamos en peligro y que no podemos.

En la actualidad, los peligros ya no son grandes animales, ni las inclemencias del tiempo. Hoy, los peligros del entorno están más en nuestra imaginación de lo que nos pueda pasar. Ahora nos preocupamos por no tener trabajo, pareja o por no ser aceptados por la sociedad y actuamos como si estuviéramos convencidos de que no podemos realizar nuestros sueños.

Así que lo primero que quiero que hagas para valorarte y entenderte, es que transformes tu pensamiento, quiero que cambies todos los condicionamientos que quedaron de niño al decirte que no puedes y quiero que quites todo miedo cavernícola que teme por su vida, y que le des la oportunidad a ese ser que habita en tu mente, que se haga responsable del miedo y de tu capacidad para lograr lo que te propongas. Tú eres tu destino.

Hoy la ciencia reconoce que trabajando el subconsciente es la única forma de transformarte. Puedes crear nuevos caminos neuronales con un especialista; o puedes usar la técnica de repetición para que ese ser que habita en tu mente se acostumbre a decirte: “Lo puedes lograr, tu vida no está en riesgo.”