Por. José Luis Loyo Bernardi / Coach Certificado en Desarrollo Humano
Lo sé, lo sé, ya casi acaba el 2019 y no cumplí la mayoría de las metas que me propuse. Es que tengo tantas cosas por hacer, tantas obligaciones en la oficina, casa, con mi hijos o pareja que no tengo el tiempo, te lo juro que no tengo el tiempo”, fue lo que me dijo hace poco Gloria, coach de un programa de liderazgo.
Si esto te suena familiar, entonces sigue leyendo, porque te tengo varios consejos que pueden resultar muy útiles.
En los estudios de género hasta hace no mucho emergía el término de una mujer que “todo lo podía” una “supermamá” “supermujer” al cuidado de sus hijos, trabajo, casa y todo aquello que de ella se demandara.
Poco a poco el ideal femenino ha ido emigrando hacia una mujer más segura de sí misma, y sin la necesidad de mostrar que puede hacer las cosas igual o mejor que los hombres, pero evidenciando que tiene decisiones propias; que reconoce la fortaleza de lo que hace y de las emociones que día a día eso conlleva, que puede elegir qué adoptar y qué no.
Se trata en definitiva de una mujer menos perfeccionista u obsesiva que no apunta a hacer todo de manera impecable, porque eso se espera de ella, sino a dar lo mejor, a ser la mejor versión de sí misma, poniendo su sello personal en lo que hace.
En síntesis, una mujer más humana que quiere ser la protagonista de su vida.
Te preguntarás: ¿Qué tiene que ver esto con las metas que no cumplí en este año? La respuesta es: ¡todo!.
La mujer asume que, si bien la multiplicidad de tareas eleva su autoestima y el reconocimiento en algunos casos, también es la mayor fuente de agotamiento. Las mujeres han ganado terreno sin reasignar sus actividades “tradicionales”, sumaron más responsabilidades y exigencias -una ecuación insostenible en la vida diaria-.
Actualmente muchas mujeres más jóvenes ya no compran la idea de la “supermujer”. Buscan ganar practicidad y tranquilidad para moverse con mayor libertad y soltura. Es necesario tomar decisiones importantes con respecto a la vida, ser vanguardista y acertiva.
El próximo año proponte elegir mejores propósitos. Adoptar resoluciones basadas en lo que te haga sentir más plena y realizada.
Así que te invito a ser positiva, a quitarte lo que no te sirve (negatividad, procrastinación, creencias limitantes ) y que te enfoques en ejecutar, a llevar tus esfuerzos un día a la vez. Pero con un plan y una visión clara.
Acepta el hecho de que probablemente tendrás caídas, ya que nadie es perfecto o perfecta, ni tú, ni yo así que cuando sientas que estás fracasando, sigue adelante. Despiértate a la mañana siguiente para tratar de seguir mejorando.
No te presiones, comprométete y pregúntate ¿qué quieres lograr? ¿en quién te quieres convertir? ¿cómo te sentirás cuando lo consigas? Visualízate y no tengo dudas que lo lograrás.
Al final no se trata de ser una “supermujer” sino la mejor versión de ti misma.