6 creencias erróneas del amor de lejos

Las relaciones a larga distancia tienen mala reputación, y si bien en ocasiones representan un riesgo, es un hecho que pueden funcionar.

Por: Violeta Álvarez

1. La comunicación es deficiente

Con el inmenso avance de la tecnología, esto es ya no es cierto. El correo electrónico, las redes sociales, las videollamadas y otros medios nos ayudan a estar en comunicación constante y en tiempo real. Es importante mantenerse al tanto de la vida diaria del otro y de las situaciones importantes que viva cada uno, eso les dará una sensación de cercanía.

2. Es difícil permanecer fiel

La tentación está en todas partes, y no es exclusiva de las relaciones a distancia. No importa si están cerca o lejos; si amas a tu pareja, las personas que te rodean no llamarán tu atención. Es importante mantener la pasión viva sacando provecho de la tecnología. Toda esa energía guardada valdrá la pena cuando se vean de nuevo.

3. No funciona

El hecho de que una relación sea exitosa no lo determina la distancia. Si bien la cercanía física puede ser un factor, no es el único. No dejes que la creencia de que no funciona influya en tu relación. Trata de ver más allá de los kilómetros de distancia y evalúa lo que tienen.

4. Te desenamoras fácilmente

Esto lo dicen las personas que se enamoran con mucha facilidad, pues seguramente se desenamoran de la misma manera. El amor no tiene que ver con la distancia: puedes vivir junto a alguien a quien nunca has amado y lejos de alguien a quien adoras.

5. Es demasiado caro

Sí, a veces hay que pagar boleto de avión o habitaciones de hotel, pero verse significa el mundo. El dinero que ahorraste para volar o conducir hasta allá parecerá poco en comparación con ese primer beso en meses.

6. Perfectos extraños

Otro error es pensar que estando lejos nunca llegarás a conocer realmente a tu pareja, pero el hecho de usar métodos de comunicación alternos puede significar que se conozcan mejor que quienes platican cara a cara. A veces nos abrimos más ante los otros con medios menos directos, mostrando más rápidamente otros aspectos de nuestra personalidad.