El saludo profesional en los negocios

Qué sí y qué no se vale en el saludo entre hombres y mujeres en el ambiente profesional.

Por: Juan Pablo Altamirano

Vivimos en una época de transformación, donde muchos paradigmas, creencias, sistemas y maneras de hacer las cosas han cambiado o, de plano, sucumbido ante usos y costumbres detonados por las nuevas tecnologías o por la evolución de la sociedad, en algunos casos para bien, y en otros para mal.

Por ejemplo, algunos protocolos sociales se han relajado entre las nuevas generaciones; por desgracia, eso ha traído consecuencias que ya estamos comenzando a padecer y, temo decir, amenazan con ponerse peor si no hacemos algo.

Por ejemplo, como hombre es a veces muy incómodo presenciar a cierto tipo de especímenes pasarse de listos con las mujeres sólo porque ostentan alguna posición de poder (lo que sea que eso signifique), aunque ellos juran que todas se derriten por sus encantos (cof, cof, ¿verdad, señores Trump y Weinstein?).

Y justo en el ámbito de los negocios es frecuente ver a algunos hombres insultar a las mujeres, agredirlas —de manera pasiva— y hasta abusar de ellas, en ocasiones desde el saludo mismo. Sí, a veces ocurre “sin querer queriendo”, pero otras es evidentemente adrede. #PosEstos

¿A qué me refiero? Saludar a una persona a quien acabas de conocer implica dejar una primera impresión importantísima, y muchas personas no lo saben, ya lo olvidaron o de plano no les interesa. Así que, si me permites, te daré algunos tips para este tipo de situaciones, basados en la equidad.

Lo que hay que hacer al saludar a alguien por primera vez

1. Ponernos de pie para saludar.
¡Sin importar el género!

2. Es imperativo establecer contacto visual; de otro modo, generamos la percepción de que no nos importa la persona.

3. Ofrecer nuestra mano derecha extendida (de ahí que en eventos de tipo social se recomienda sostener la bebida con la mano
izquierda), para saludar a la contraparte (si son de origen asiático o de Medio Oriente, te sugiero revisar los protocolos de saludo).

4. Al estrechar las manos, el agarre debe ser firme, pero ¡ojo!, no demasiado.

5. El apretón de manos debe durar el tiempo que tome a ambos decir sus nombres.


Lo que no hay que hacer jamás

1. En los negocios no se saluda de beso. Y menos si es la primera vez que nos presentan a una persona.

2. Tampoco deberíamos colocar una mano sobre el hombro de la otra persona y besarla en la mejilla. “Oye, Juan Pablo, pero ¿y si ya nos conocemos?” A menos que sea tu amigo, no se justifica. Punto.

3. Existen personas kinestésicas a las que les gusta “llevarse de bulto”, es decir, es inevitable que te abracen, y créeme, no hay nada más incómodo que eso en los negocios. He visto la expresión de incomodidad en muchísimas mujeres e incluso en hombres cuando un colega —que no es su amigo— los recibe con un abrazo. Lo peor, algunos hombres, además del abrazo, frotan la espalda de las mujeres, o el abrazo parece más una llave de lucha que un simple saludo.

4. Si alguien grita “¡foto!”, evita abrazar a la mujer por la cintura; no sólo estás invadiendo su espacio vital, estás atentando contra su intimidad.

5. Recorrer a la persona de arriba a abajo como si la estuviéramos escaneando es una verdadera falta de respeto, ya ni mencionar el buscar el mejor ángulo para mirar sus curvas.

6. Al saludar, tomar su mano entre las nuestras. A menos que seas el padre o madre de la persona, no se entiende ese tipo de saludo, y menos en los negocios.

7. Y aunque debería ser obvio, hay hombres y mujeres que aún no lo saben: nunca des un jalón a una persona para saludarla de beso. Además de invasivo, es muy corriente y una falta de respeto. No, no somos apretados ni “freseamos”; si todos respetáramos estos protocolos, la convivencia entre hombres y mujeres sería mucho más armoniosa. ¿No lo crees?

JUAN PABLO ALTAMIRANO


Consultor en imagen, especialista en ventas

y marketing digital

FB. /jpablo.altamirano

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