El impacto legal del estrés laboral

¿Qué es el estrés laboral?

Es la respuesta física y emocional que el trabajador experimenta como resultado de exigencias y presiones. Puede ser causado por diversas situaciones, como el exceso de trabajo, la falta de control sobre él, la incompetencia, la falta de apoyo social, el acoso laboral, la falta de capacidad, la inseguridad en el trabajo y la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Puede afectar la salud y el bienestar de la persona. Sus síntomas incluyen la ansiedad, depresión, problemas de sueño, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y fatiga. Irónicamente, el estrés laboral puede afectar el rendimiento y la productividad en el trabajo, lo que a su vez lo incrementa y se genera un círculo.

Si bien no es posible eliminar completamente el estrés laboral, sí es posible reducir los niveles de tensión y mejorar la capacidad y las condiciones de los trabajadores para manejarlo, mediante ciertas estrategias que en la actualidad han sido recogidas por la legislación mexicana.

La ley reconoce el fenómeno

El estrés laboral es una respuesta natural del organismo a situaciones de desequilibrio entre las demandas laborales y las capacidades y los recursos de los trabajadores. Cuando se vuelve crónico y no se gestiona adecuadamente, tiene efectos negativos en la salud física y mental, provocando problemas físicos, emocionales, de rendimiento laboral y en las relaciones interpersonales. En casos extremos, incluso puede llevar a la muerte, de ahí el interés del Estado mexicano y de muchas otras naciones por crear un marco jurídico que proteja a los trabajadores.

La Ley Federal del Trabajo establece diversas disposiciones relacionadas con el estrés laboral, pues aun cuando no refiere expresamente dicho término, sí establece ciertas obligaciones que los empleadores tienen para garantizar un ambiente de trabajo seguro y saludable, pues toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil. Esto implica que el trabajo debe ser una actividad que contribuya al desarrollo integral de las personas, y no debe ser una fuente de sufrimiento o daño a su salud. Los trabajadores tienen derecho a un ambiente de trabajo seguro e higiénico, lo que implica que los empleadores tienen la obligación de garantizar condiciones de trabajo que no pongan en riesgo la salud o la seguridad de los trabajadores.

Ante la existencia del fenómeno y sus evidentes efectos perjudiciales en la población laboral mexicana, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social creó en años recientes la NOM-035, Norma Oficial Mexicana que establece los requisitos para identificar, prevenir y controlar los factores de riesgo psicosocial en el ambiente laboral, con el objetivo de promover un ambiente de trabajo seguro, saludable y libre de violencia. Entró en vigor en octubre de 2019 y es aplicable a todas las empresas y centros de trabajo en México, independientemente de su tamaño o actividad económica.

La NOM-035 establece los siguientes requisitos para los empleadores:

Identificación de factores de riesgo psicosocial como el estrés, la carga de trabajo, el acoso y la violencia laboral.

Prevención y control de factores de riesgo psicosocial identificados, como la capacitación, la supervisión y el apoyo emocional y psicológico para los trabajadores.

Política de prevención de riesgos psicosociales que contemple los objetivos, las metas y los procedimientos para la identificación, la prevención y el control de estos riesgos.

Evaluación del clima laboral para identificar la percepción que los trabajadores tienen de su ambiente de trabajo y tomar medidas para mejorarlo en caso necesario.

Capacitación a los trabajadores y supervisores sobre la prevención y el control de los factores de riesgo psicosocial, así como sobre la promoción de un ambiente laboral saludable y libre de violencia.

La NOM-035 busca promover un ambiente de trabajo seguro, saludable y libre de violencia, protegiendo la salud física y mental de los trabajadores, mejorando su productividad y bienestar, para que no experimenten desequilibrios entre las demandas de su trabajo y sus habilidades, recursos y capacidades para enfrentarlas.

Consecuencias y efectos legales

Si se demuestra que el daño causado al trabajador es consecuencia de omisiones o negligencia del empleador, el trabajador tiene derecho a demandar una indemnización, de ahí la necesidad de que las empresas cuenten con protocolos efectivos, socializados y accesibles para reducir las posibilidades de una contingencia al enfrentar un proceso de dicha naturaleza, pues el éxito de la defensa no se basará en la evidencia que se obtenga durante el juicio, sino en los antecedentes y políticas previas que hubieran regido la relación laboral, a efecto de demostrar que el patrón proveyó todo lo que estuvo a su alcance para dar las mejores condiciones de desenvolvimiento laboral.

Para brindar seguridad jurídica a la empresa, se recomienda que los protocolos anti-estrés laboral no sean elaborados únicamente por el personal de Recursos Humanos, sino que resulta imprescindible el involucramiento del área legal para aportar una visión preventiva ante un eventual litigio, donde trabajadores en lo individual o en lo colectivo reclaman reparación de daños o indemnizaciones por el sufrimiento de estrés laboral imputable a omisiones o negligencia del patrón.

Acciones preventivas

  • Identificar las causas y los factores causantes del estrés.
  • Establecer límites y prioridades en el trabajo para evitar la sobrecarga y la sensación de agobio.
  • Promover la gestión del tiempo de manera efectiva, organizando tareas según su importancia y urgencia, estableciendo metas realistas y aprendiendo a delegar cuando sea posible.
  • Procurar una comunicación efectiva con compañeros, jefes y subordinados para reducir conflictos y tensiones.
  • Promover la práctica de actividad física y de relajación, incorporando rutinas diarias de meditación, respiración profunda, yoga u otros ejercicios de desahogo que pueden ayudar a reducir el estrés.
  • Tomar descansos regulares durante el día laboral para reducir la fatiga y el estrés.
  • Permitir la asistencia y ayuda profesional de terapeutas o psicólogos para implantar programas en el centro de trabajo dirigidos al manejo del estrés y la mejora del bienestar emocional y físico.

Los trabajadores tienen derecho a un ambiente laboral seguro y sano, y por incumplimiento de ello puede demandar y provocar una condena de indemnización, por lo que las empresas deben contar con protocolos para enfrentar el fenómeno del estrés laboral y generar evidencia sobre el cumplimiento de sus obligaciones, para enfrentar un eventual litigio.

 

Luis F. Kudo | Socio en KNR Abogados

  • Licenciado en Derecho, Maestría en Impuestos
  • Miembro de IBA, INTA, IFA y ASIPI
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