Muchas peleamos con los mismos problemas de salud: estrés, insomnio y ganancia de peso. Tenemos miedo, niveles bajos de energía, picos de azúcar en la sangre y cambios de humor. Hay muchas razones externas por las que puedes presentar estos cambios mentales y físicos (¡hola, pandemia!), pero también hay razones internas, funciones biológicas que pueden sabotear tu bienestar, y entre las principales están tus hormonas.
Precisamente, la endocrinología es la rama de la medicina que estudia las hormonas. Aunque es complejo, hoy hablaremos sobre algunas de ellas para que puedas entender más sobre su funcionamiento.
Cosas que necesitas conocer sobre tus hormonas
1. Decenas de glándulas liberan diversas hormonas todo el tiempo, y al circular en la sangre nos ayudan a respirar y a varias cosas más. Ninguna hormona es buena o mala; por ejemplo, la hormona del estrés (cortisol) ayuda a mantener la presión sanguínea y circulación normal, pero puede estimular el hambre; los estrógenos protegen nuestros huesos y mantienen nuestra piel hidratada, pero también disparan los bochornos premenopausia.
2. La hormona sexual “masculina” producida por los ovarios y las glándulas adrenales,puede mantener tu libido elevada. Sus niveles comienzan a disminuir de forma natural a partir de los 30 años y se reducen aún más en la menopausia. La suplementación de testosterona ayuda a algunas mujeres con su apetito sexual. Sin embargo, un desequilibrio común es el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que afecta hasta a 10% de las mujeres en edad reproductiva.
3. Si tus niveles de hemoglobina A1C son 6.5 o mayores, quiere decir que tienes diabetes y tienes mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares: infarto, daño renal, ceguera y otras condiciones serias. La diabetes tipo 2 ocurre cuando tu cuerpo no puede utilizar de forma adecuada la hormona insulina, la que ayuda a disminuir los niveles de glucosa en la sangre.
4. Al igual que la alimentación, el sueño y el ejercicio, ganar o perder peso puede modificar los niveles de insulina, estrógenos, progesterona, testosterona, hormonas tiroideas, leptina y germina (las hormonas de hambre y saciedad, respectivamente). Pierde 10% de tu peso corporal a través de una alimentación saludable y ejercicio para disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
5. La hormona paratiroidea se produce en la glándula paratiroidea y regula tus niveles de calcio (no tiene nada que ver con la glándula tiroidea, simplemente son vecinas en tu cuello). Cuando circula demasiada hormona paratiroidea —usualmente por un tumor benigno en la glándula—, el calcio en la sangre se eleva mientras tu cuerpo se roba el de los huesos, causando osteoporosis.
6. Las sustancias químicas en la comida, productos de cuidado personal y en el ambiente pueden entrar en nuestro cuerpo e imitar o bloquear hormonas, evitando que funcionen de manera adecuada. Los disruptores endocrinos (EDC) incluyen los conocidos BPA y ftalatos localizados en plásticos. Otros, se han relacionado con la endometriosis, con discapacidad para el aprendizaje y hasta con algunos tipos de cáncer.
7. Un efecto secundario de las pastillas anticonceptivas es que disminuyen los niveles de oxitocina en el cerebro, conocida como la hormona de apareamiento. Mayores niveles de oxitocina se relacionan con mayor intensidad en el orgasmo, y nivele bajos, pueden influir en la atracción por el rostro de tu pareja, por lo que podrías verla menos atractiva, y tus celos podrían incrementarse.
Patricia González | Licenciada en Nutrición
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