Al llegar a este sitio pareciera que uno se encuentra en un cuento de hadas. Rodeado de un inmenso bosque, cuesta imaginar que la Ciudad de México se encuentra a tan sólo un par de kilómetros de distancia.
El olor a madera y a tierra mojada impregna el sentido del olfato cuando se pone un pie en Jardín San Hipólito. Si bien este lugar ha sido diseñado para alojar alguna ocasión especial, ya sea una boda, aniversario o cumpleaños, destaca por su concepto arquitectónico.
Respeta un entorno completamente natural y lo combina con los mejores elementos para que cualquier festejo salga a la perfección.
Sus tres hectáreas de jardines se ven contrastadas por una interesante estructura, que simula una gran casa de campaña, y que da lugar a un salón de eventos con esencia rústica.
Jardín San Hipólito estuvo a cargo de El Umbral, un despacho de arquitectos mexicanos que muestra especial interés por el contexto, es decir, buscan crear proyectos que se adapten y evolucionen constantemente con el entorno y las necesidades de sus clientes.
Si bien la sencillez está presente en cada detalle de la construcción, eso no significa que el lujo quede de lado. Al contrario, desde la iluminación hasta el montaje de la zona principal destaca por su buen gusto y los mejores materiales.
En un día soleado, se goza de la vista y se tiene la sensación de estar al aire libre; mientras que, durante la temporada de lluvias, las cortinas de agua que caen por los costados de la lona provocan un espectáculo visual realmente mágico.
Aquí todo fue tan específicamente planeado, que cuando el invitado llega es recibido por una puerta de pinos, y en toda su estancia tiene la sensación de estar en una fiesta inmersa en el bosque. ¿Quién no quiere vivir una experiencia así?