El maquillarnos es nuestro pan de cada día, nunca faltan las reuniones, comidas o fiestas en las que haya que dar un pequeño retoque a nuestro rostro; sin embargo, hay la posibilidad de estemos usando de manera incorrecta alguna de nuestras brochas.
Por esa razón, aquí te dejamos la primera parte de como darle el mejor uso a las brochas y con que productos puedes obtener mejores resultados.
Brocha de base
Cuándo usarla: Es ideal cuando quieres aplicar algo con consistencia liquida.
Cómo usarla: Lo mejor es hacerlo de forma circular. Siempre inicia en el centro del rostro y poco a poco expándete hacia las orillas.
Por qué usarla: Las puntas de la brocha están hechas para «recoger» sin problemas el maquillaje, por lo tanto, a la hora de aplicarlo, quedará mejor distribuido y tu piel tendrá acabado más parejo.
Brocha de rubor
Cuándo usarla: Ideal para aplicar cualquier tipo de polvo en el rostro.
Cómo usarla: En movimientos cortos. Siempre comienza justo en el centro de las mejillas y poco a poco sube hasta las orejas.
Por qué usarla: Las suaves y esponjosas puntas de la brocha más su diseño ovalado, concentran de mejor mejor manera la aplicación.
Brocha de contorno angulado
Cuándo usarla: Para aplicar polvos y cremas de bronceado.
Cómo usarla: Comienza por «succionar» tus mejillas para que puedes acomodar la punta de la brocha abajo del pequeño hueso que tenemos en las mejillas; acomoda la brocha de manera que las puntas quede viendo hacia abajo y comienza a barrerla hacia arriba hasta llegar a tus orejas.
Por qué usarla: El ángulo que tiene esta brocha es perfecto para el contorno de las mejillas, además, la suavidad de las puntas ayuda a que los polvos o crema bronceadora se adhieran de mejor manera a tu piel.
Brocha Kabuki
Cuándo usarla: Es la mejor opción cuando de trata de combinar diferentes tipos de maquillaje.
Cómo usarla: En movimientos circulares empezando justo por el centro de la cara y poco a poco recorriendo todo el perímetro.
Por qué usarla: La ventaja que tiene es que es una de las brocha más versátiles que puedes tener ya que su punta achatada y la gran cantidad de cerdas, ayudan a una mejor mezcla entre el producto y tu rostro.
Brocha de punta
Cuándo usarla: Para aplicar bases con consistencia liquida o crema hidratante.
Cómo usarla: Sumerge las puntas de la brocha en el producto, después, con las misma puntas vas a dejar varios puntos al rededor de tu cara para poder distribuirlo de mejor manera sobre tu piel.
Por qué usarla: Porque con ella conseguirás un acabado más fino ya que lo que hace esta brocha es que presionas para que el maquillaje de mezcle con tu piel y no solamente lo dejas en la superficie. Ayuda demasiado si es que hay marcas de acné que quieras ocultar.
Brocha de abanico
Cuándo usarla: Para aplicar polvos que resaltan o para limpiar algún tipo de «salpicaduras» del maquillaje.
Cómo usarla: Desliza suavemente la brocha por las zonas en las que haya maquillaje que no deba estar ahí, sobre todo, cuando es en polvo.
Por qué usarla: Sus cerdas en forma de ventilador ayudan a darle un acabado más natural al maquillaje, además, si es que hay restos de otro maquillaje, las mismas cerdas funcionan como una pequeña escoba que barre lo que esta fuera de lugar.