Límites sanos, libérate de las codependencias

Por: Aura Media de Wit, Psicoterapeuta, conferencista y escritora especializada en la Codependencia

Sin límites es imposible crear relaciones sanas. Ellos conforman la estructura que sostiene la energía, que muestra claramente hasta dónde termino yo y empieza el otro, y que nos da la confianza en nosotros y en lo que estamos viviendo. Si no sé o no me atrevo a establecer límites, no puedo confiar en mí; y confiar en mí es crucial para nadar en el mar de la vida.

A nuestra parte emocional inmadura le da por culpar a otros, porque no se da cuenta de hasta dónde participa en todo tipo de relaciones; por ello es importante empezar por entender cómo podemos poner límites, contener a nuestros niños interiores. Esto es el arte de la autocontención.

Una de las características de las personas codependientes es que nos fundimos con el otro energéticamente. Como ya lo he dicho, no nos damos cuenta de hasta dónde algo es nuestro y hasta dónde pertenece al otro. Trazarnos límites internos es, literalmente, dibujar nuestro contorno y decirnos: hasta aquí soy yo.

Es trabajar en entender lo que es mío y lo que es del otro, tomar responsabilidad por lo mío: pensamientos, emociones y conductas.

Los límites externos nos permiten escoger la distancia respecto de otras personas e indicar hasta dónde queremos que se acerquen o que no se acerquen del todo. Podemos imaginar un campo donde hay varios lotes; cada propietario necesita delimitar su terreno y quizá construir una valla que indica estos límites.

Es lo mismo para nosotros: los límites en nuestras vidas son estas “vallas energéticas” que nos ayudan de tres maneras:

  1. Dejar claro cuál es nuestro espacio y ser nosotros quienes determinamos quiénes entran y hasta dónde.
  2. Nos indican cuál es el espacio de los otros y solo entrar cuando somos invitados.
  3. Los límites, como en el ejercicio anterior, dibujan quiénes somos, ya que estos nacen del contacto de nuestras necesidades, de nuestro sentido de valía personal.

Los límites son vitales para crear relaciones donde permitamos una mayor cercanía e intimidad. Si no tenemos límites para nosotros y para los demás, tampoco advertiremos ni respetaremos los de los otros.

Extracto del libro Crea el espacio para el amor, de Aura Medina de Wit.