Salir de la cómoda incomodidad

Por: José Luis Loyo, Coach Certificado en Desarrollo Humano

 

El pasado mes de marzo se llevó a cabo un movimiento masivo impulsado por el descontento generalizado sobre el trato que se le está dando a las mujeres en este país, ese “machismo mexicano” arraigado en lo más profundo de nuestras raíces, en mayor o menor medida por los niveles de cultura, educación o posición económica, pero al final del día arraigado y que tóxicamente forma parte de nuestra cultura mexicana y nos ha llevado a que las acciones más crueles e inexplicables sean parte de nuestro día a día en nuestra sociedad. De corazón espero que este movimiento sea un parteaguas y un antecedente en la historia de México como sociedad.

Teniendo en cuenta lo anterior me gustaría tocar un tema bastante interesante, la famosa “zona de confort” o como digo yo luego a mis clientes o equipos con los que trabajo “estamos cómodamente incomodos”, y si, muchas veces nos quejamos de ciertas situaciones de nuestra vida diaria o personal, despotricamos, nos quejamos con las amigas o con los amigos sobre cómo no me gusta x o y situación de mi vida, pero no hacemos nada para salir de esa esta. Nos quejamos y quejamos y es entonces cuando le quitamos poder a la acción, no hacemos nada, es decir, nos resignamos, y empezamos a desarrollar una especie de concha o armadura y nos vamos adaptando o camuflajeando ante esas situaciones poco saludables o desgastantes. Estamos cómodamente incómodos.

Como mujer creo que pasa exactamente lo mismo y se potencializa aún mas, tu dirás. Yo no soy mujer ni pretendo hablar como si lo fuera, pero es algo que he visto. Te invito a que lo analices y hagas una introspección sobre tu vida, ¿en que áreas estas cómodamente incómoda?

El ser humano está configurado, desde su nacimiento, a instancias de la parte más primitiva de su cerebro a buscar una zona en la cual se sienta seguro y cómodo, alejado de las amenazas y en donde pueda sentir que tiene satisfecha sus necesidades. Esto explica porque como seres humanos el cambio nos cuesta mucho trabajo y le huimos y resistimos a el.

A que voy con todo esto. Como seres humanos y como mujeres estamos sujetos y están sujetas a una serie de presiones y convencionalismos sociales que en gran medida determinan: ¿quién soy?, ¿qué busco? y ¿qué quiero?

Nos dejamos arrastrar por una serie de creencias limitantes que existen en la sociedad, eso no es culpa tuya, ni mía, desafortunadamente es así, y entonces caemos en esas famosas zonas de confort, esos espacios donde nos sentimos cómodos (ya usé mucho es palabra pero creo es necesario) y seguros, sin embargo muchas veces esos espacios no son confortables, nos producen estrés, ansiedad o dolor y nos aferramos a ellos porque es lo conocido y nos cuesta trabajo cambiar. Tenemos miedo.

Pero estar en esa situación que he venido enunciando en párrafos anteriores es un problema para ti, porque no te permite seguir creciendo y desarrollándote, entonces prefieres quedarte inmóvil y sin explotar al máximo tus habilidades. Y por ello difícilmente cosas nuevas, desafiantes y prometedoras llegarán a tu vida o a nuestras vidas.

Te pregunto:

  • ¿Te sientes cómodamente incómoda?
  • ¿En que área de tu vida? (Profesional o personal)
  • ¿Te consideras proactiva?
  • ¿Te tiras al drama, te quejas y no te atreves a buscar soluciones?
  • ¿Qué harías si no tuvieras miedo?

La clave en esta vida seas hombre o mujer es hacerte cargo, ejecutar, analizarte y poner manos a la obra. Dejar de poner excusas y salir de esa zona de confort que te impide aprender, emprender, crecer o tener una mejor relación; rompe el hábito que traes.

Busca un trabajo distinto o emprende eso que quieres emprender (ojo hay que tener una buena planeación), vístete diferente para la entrevista de trabajo, cambia de look, mejora tu aspecto o tu argumento de venta, invierte en ti y en lo que te hace bien y sentir plena. Deja de culpar a los demás, quítate el miedo, la clave eres tu, lucha día a día por ser mejor persona, mejor profesionista, dueña de negocio, compañera, mamá y pareja, trabaja en lo que tú puedes cambiar, no en lo de los demás y en palabras de Paulo Coelho “deja de ser quien eras y transfórmate en lo que eres”.