Logra que el home office sea tu mejor aliado

Cada vez es más común que diversas empresas opten por el famoso trabajo remoto desde casa, mejor conocido como Home Office. Las razones para implementar esta dinámica son varias, desde reducir los costos de las oficinas como tal, hasta que sus empleados puedan laborar sin importar la parte del mundo en la que se encuentren.

Sin embargo, sumarte a esta dinámica, en un inicio puede tener sus retos. Te damos algunas recomendaciones para que tengas mejores resultados.

CREA UNA RUTINA
Al estar en casa, a veces resulta muy tentador quedarse más tiempo en la cama o ver una serie, cuando en realidad deberías de estar de lleno en tus actividades profesionales. Para ser más productivo es importante respetar una rutina profesional. Es decir, levantarse siempre al mismo tiempo, arreglarse como si se fuera a la oficina (bañarse, vestirse, desayunar) y ‘marcar tarjeta’, aunque eso signifique sólo prender la computadora.

DESIGNA UN ESPACIO
Trabajar en diferentes espacios como el comedor o el sofá, provoca algunas distracciones. Lo ideal es que designes una zona de la casa para los propósitos del home office, ya sea un estudio, o por lo menos un escritorio en alguna habitación.

HAZ SABER A LOS DEMÁS QUE NO ESTÁS DISPONIBLE
Para quien o quienes viven contigo puede ser difícil entender que no estás disponible para resolver problemas. Es necesario que sepan cuál es tu horario de trabajo y que resulta prácticamente igual a que si estuvieras  en una oficina.

CAMBIA DE AMBIENTE
Se vale que de vez en cuando trabajes en algún café tranquilo o incluso en los famosos co-working. Si eres mamá, no te preocupes, cada vez existen más lugares que entienden perfectamente que debes combinar la vida familiar con la profesional.

Por ejemplo, hay sitios, como Pingo Mania Adventure en CDMX, que ofrece un área de juegos para tus pequeños, comida a la carta y una zona con conexión a Internet. Es decir, puedes trabajar, mientras tus pequeños se divierten.

FINALIZA TU DÍA LABORAL
A veces, puedes terminar extendiendo tu horario de trabajo, es decir, respondiendo correos a las 10 de la noche. Aprende a diferenciar lo que es urgente, de lo que no. Debes respetar tus momentos personales, de lo contrario, terminarías trabajando 24/7.