Razones para visitar Nueva York hay infinidad, desde su glamour, gastronomía, historia, museos, hasta sus propias edificaciones.
Con el paso de los siglos, la arquitectura de esta ciudad ha sabido permanecer, fusionarse con la modernidad o incluso proponer para más tarde ser tendencia.
Así que al visitar la “ciudad que nunca duerme” hay que estar listo para admirar escenarios que se han vuelto icónicos en todo el mundo.
Uno de los mejores sitios para apreciar la urbe desde las alturas es el mirador del One World Trade Center, el One World Observatory —en los pisos 100, 101 y 102—, que brinda las mejores vistas el horizonte neoyorquino.
A unos pasos de este recinto se encuentra otro edificio que desde su inauguración, en 2016, se ha convirtió en uno de los favoritos de viajeros y locales: Oculus. Su diseño recuerda el esqueleto de un animal gigantesco, pero de acuerdo con el arquitecto a cargo del proyecto, Santiago Calatrava, en realidad alude a un ave liberada por la mano de un niño.
Otro sitio, recién estrenado y calificado como el mayor proyecto inmobiliario privado en la historia de los EU, es el imponente complejo urbanístico Hudson Yards.
Aloja oficinas, restaurantes e infinidad de tiendas. Pero cierta estructura única en su tipo ha acaparado el interés de los viajeros en los últimos tiempos: The Vessel.
Se trata de una compleja escalera en espiral con acabados brillantes, compuesta por más de 2 mil 500 peldaños, que conduce a sus visitantes a… ninguna parte. Sí, como lo lees, la experiencia de visitarlo consiste en sumergirse en un laberinto de escaleras y admirar su propuesta arquitectónica.
Con más de 45 metros de alto, The Vessel costó unos 200 millones de dólares y fue ideado por el diseñador británico Thomas Heatherwick.
Si bien esta ciudad nunca duerme, tampoco deja de cambiar.