Alexis Beard
En la costa sur de la Isla Norte de Nueva Zelanda, se encuentra un lugar que parece haber sido creado para aquellos que buscamos la paz, la belleza y la tranquilidad en su máxima expresión: Wharekauhau Lodge. Este refugio exclusivo, rodeado por un paisaje inmaculado de montañas verdes, costas dramáticas y el océano rugiente, ofrece una experiencia que invita a relajarnos, y a la vez conectar profundamente con la naturaleza salvaje de la región de Wairarapa.
Este bello hotel pertenece a la exclusiva colección Relais & Châteaux. Lo que distingue a Relais & Châteaux es su capacidad para combinar lujo con autenticidad, creando un espacio donde los huéspedes pueden experimentar el mundo de una manera más profunda. Las propiedades de la colección, desde castillos en Europa hasta pequeños bungalows en islas remotas, comparten un compromiso común: ofrecer una atención personalizada que convierte cada visita en un viaje sensorial.
Al llegar a Wharekauhau, somos recibidos por una arquitectura que fusiona lo moderno con lo tradicional, creando un ambiente de lujo sin ostentación. Las elegantes instalaciones del lodge, con techos altos y detalles de madera, evocan la sensación de estar en una finca privada, donde el confort y la belleza se entrelazan a la perfección. Cada rincón está diseñado para ofrecer una sensación de paz, un refugio donde el tiempo parece detenerse y solo importa el presente.
La ubicación de Wharekauhau es, en sí misma, un espectáculo: desde las verdes colinas que rodean la propiedad, hasta las vistas panorámicas del mar de Tasmanía. La sensación de aislamiento es un regalo para quienes desean desconectar de la vida cotidiana, pero al mismo tiempo, la cercanía con la naturaleza ofrece una profunda conexión con la tierra y su historia. Los amplios jardines y los senderos privados permiten explorar la belleza del entorno, ya sea a pie, a caballo o en bicicleta, mientras el aire fresco del océano renueva los sentidos.
Las experiencias gastronómicas en Wharekauhau son igualmente excepcionales. La cocina se basa en ingredientes locales, frescos y de temporada, y se inspira en la tradición culinaria de Nueva Zelanda. En el restaurante del lodge, disfrutamos de una variedad de platos sofisticados, que celebran los sabores autóctonos de la isla, desde mariscos frescos hasta cordero criado localmente, acompañados de una selección de vinos de la región. Cada comida es una celebración de la cultura y la naturaleza que rodea a Wharekauhau, y cada bocado es una oportunidad para saborear la historia de Nueva Zelanda.
Wharekauhau es también un destino para aquellos que buscamos aventuras al aire libre. Desde safaris en 4×4 por la finca, que cuenta con más de 5,000 acres de tierra, hasta paseos a caballo por los acantilados que se asoman al océano, el lodge ofrece una variedad de actividades que permiten explorar el entorno de una manera única. Los amantes del vino también podemos disfrutar de recorridos por los viñedos cercanos, conocidos por sus excelentes producciones de vino Pinot Noir, lo que convierte a Wharekauhau en un destino completo para los sentidos.
El spa de Wharekauhau es otro de sus grandes atractivos. Ubicado en un entorno sereno y rodeado por la naturaleza, ofrece una gama de tratamientos relajantes y rejuvenecedores, diseñados para revitalizar cuerpo y mente. Ya sea disfrutando de un masaje con aceite de manuka, una de las plantas autóctonas de la región, o simplemente relajándose en las áreas de descanso con vistas a los jardines, el spa es el lugar ideal para recargar energías.
Wharekauhau Lodge es una inmersión en la cultura, la historia y la naturaleza de Nueva Zelanda. Es el tipo de lugar donde se siente que el lujo y la simplicidad van de la mano, donde el tiempo se ralentiza y se vuelve a conectar con lo esencial. Es un refugio donde los momentos de calma y aventura se combinan a la perfección, creando una experiencia inolvidable para aquellos que buscan algo más que unas vacaciones: una verdadera escapatoria al alma de Nueva Zelanda.