Menos verdades absolutas, más conciencia

Bonnie Baker diseñó el Spa del hotel Cartesiano, en Puebla. En una charla, esta experta en bienestar y terapias naturales, compartió los secretos de su filosofía.

Cuando platicas con Bonnie Baker experimentas una muestra de lo que sucederá más tarde, una vez que entres en su exquisito Spa, Cartesiano, inaugurado recientemente en la ciudad de Puebla, en el hotel del mismo nombre.

De hablar pausado y afectuoso.

Esta estadounidense que se dedica a diseñar Spas de lujo sabe transmitir la armonía que reina en todos sus proyectos. Desde el Spa del hotel Matilda, en San Miguel de Allende, a las cabinas de tratamiento de distintas propiedades de los grupos Mandarin Oriental y Four Seasons, todos estos espacios guardan la impronta de su filosofía. Mente y cuerpo, separados hace siglos por el filósofo René Descartes –de allí el nombre del hotel poblano-, pero reunidos nuevamente a través de las sensaciones y las emociones, en una serie de tratamientos holísticos concebidos por Bonnie y que incluyen deliciosos faciales con cosméticos orgánicos y masajes de dos horas que te dejan como nueva.

“Una novedad que presentamos en el Spa Cartesiano es el Biowell, máquina desarrollada por científicos rusos para estudiar la salud de los astronautas en el espacio”, explica Bonnie.

¿En qué Consiste?

Es una cámara que mide el campo electromagnético del cuerpo, brindando información sobre los niveles de energía y órganos internos. “Sin ser clarividentes ni médicos, porque no lo somos, le damos al huésped una imagen de su estado de salud.

Por ejemplo, si surge que éste está con energía baja en el área de la mandíbula, es común que la persona encuentre que justamente en los últimos días sentía un dolor en esa zona. No es una verdad absoluta, pero es un método que invita a tener más consciencia sobre nuestro organismo y a encarar acciones preventivas para cuidar la salud”, explica Bonnie.

Al igual que el resto de los tratamientos ofrecidos en Cartesiano, la filosofía del Biowell está alineada con postulados de la medicina tradicional china y el ayurveda indio. “Quisimos aunar lo último en tecnología con tradiciones muy antiguas”, explica Bonnie, que reside en San Miguel de Allende y viaja por distintos puntos de México y el extranjero, allí dónde se la requiera.

Inicios de Bonnie

Bonnie nació en la capital estadounidense, pero estudió antropología en Florida, al sur de ese país. Habituada al calor tropical de esa región, se adaptó fácilmente al clima y geografía de Costa Rica, donde trabajó con comunidades locales.

“Pero nunca dejé la antropología: en este trabajo, diseñando y administrando Spas, investigo al ser humano y sus creencias, sobre todo en lo relacionado con la salud”, aclara.

Antes de despedirse, comparte su programa de bienestar: “lo primordial es dormir bien, desafortunadamente algo poco valorado en la actualidad. Cuando dormimos nos regeneramos, relajamos y recuperamos.

En segundo lugar, uso dermocosméticos naturales, como la línea de Naturopathica, en especial sus aceites ricos en vitaminas y minerales. También practico yoga, una mezcla entre hatha y ashtanga, y hago ayunos de hasta tres días para limpiar el organismo y estimular el sistema inmunológico. Y nunca digo que no a una copa de buen vino tinto”.