Niños que no comen, niños que comen demasiado, niños que se esconden cuando ven cualquier cosa verde en el plato, otros que sólo se atiborran de dulces. ¿Qué padre no se ha sentido desesperado con la alimentación de sus hijos?. Los hábitos alimenticios se aprenden en casa, ya sean malos o buenos.
Lamentablemente, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil, situación que sentencia a los menores a padecer enfermedades crónicas en su vida adulta.
Por todo esto los padres necesitan entender qué significa comer de forma saludable, y adaptarlo al estilo de vida de los menores. No es necesario ser un experto en nutrición para fomentar un entorno sano.
10 normas básicas a seguir
1.Controla las líneas de abastecimiento
Recuerda que tú decides qué alimentos se compran y cuándo se sirven. Aunque tus hijos quieran consumir alimentos poco nutritivos, debes establecer límites.
2. Deja que tu hijo elija lo que quiere comer
Piensa que el menor también tiene voz y voto. Si bien esto parece darle demasiada libertad, es bueno que el menor aprenda a elegir entre los alimentos saludables que has decidido preparar. Sigue esta regla sólo cuando se trate de productos nutritivos.
3. Olvida la regla de dejar el plato limpio
Los menores deben comer hasta saciar su apetito, ni más ni menos. Aunque creas que terminar toda la comida es lo más saludable, este enfoque no permitirá que tu hijo escuche a su cuerpo para saber cuándo ha comido lo suficiente.
4. Inicia los cambios pronto
Considera que las preferencias alimentarias se adquieren a temprana edad. ¿Sabías que los gustos y desagrados se desarrollan desde la lactancia?
5. Reescribe el menú de tu hijo
Si van a comer fuera de casa, permite que tu hijo pruebe platillos nuevos. Muéstrale que puede comer sano y delicioso.
6. Enfócate en la alimentación, pero también en las bebidas
Los refrescos y otras bebidas azucaradas suman calorías y se interponen en el camino de la alimentación saludable.
7. Limita la ingesta de dulces
Son niños y está bien que consuman dulces, siempre y cuando no se excedan en la cantidad y frecuencia. Mantén una actitud neutra con los alimentos, y no des los postres como premios, pues el niño valorará más el dulce que el platillo principal.
8. Evita confundir la comida con el cariño
Encuentra una manera de decir “te quiero” que no sea mediante la comida. Esto puede influir en la percepción del menor, lo que llevaría a que afronte el estrés y otras emociones negativas con comida.
9. Sé un buen ejemplo
Si tú comes saludable, tus hijos harán lo mismo. La mejor forma de enseñar buenos hábitos es a través del ejemplo. Toma tentempiés nutritivos, come saludable y no te saltes comidas.
10. Restringe el tiempo frente a dispositivos móviles
Esto ayudará a fomentar la actividad física, parte fundamental de una vida saludable. Estudios han comprobado que los niños que reducen las horas de televisión, disminuyen su porcentaje de grasa corporal.
Comer saludable es para toda la vida, es por esto que vale la pena inculcar este buen hábito a los niños, porque no es sólo lo que comes, sino cómo lo comes, con quién lo comes y los sentimientos que se generan cuando compartes con los demás.