Head Chef en el Restaurante Xanat – JW Marriott CDMX
La inmensa mayoría de las cocinas de los grandes restaurantes y hoteles son dirigidas por varones. Pero cada vez más mujeres destacan en el mundo de la gastronomía. Éste es el caso de la chef Jennifer López, del restaurante Xanat, en el hotel JW Marriott Ciudad de México. Jennifer comparte con nosotros su pasión por el arte culinario, nos habla sobre sus inicios en la gastronomía y de cómo heredó la habilidad para cocinar de su familia, así como los grandes retos en su trabajo cotidiano.
¿Quién es Jennifer López? ¿Cómo te describes?
Soy una mujer entregada a su profesión, que disfruta mucho viajar, conocer nuevos lugares y personas en su tiempo libre.
Me considero una persona muy honesta y también muy sensible, aunque mi perfil profesional aparente otra cosa.
Cuéntanos, ¿cuáles son tus pasiones? ¿Qué es lo que te inspira en el día a día?
Me gusta mucho a lo que me dedico, me siento muy satisfecha cuando termina el día y todo sale bien, así como aprender cosas nuevas y mejorar mi desempeño diario; me inspira que la constancia me ha hecho llegar adonde he llegado y me empuja para adelante.
¿Qué fue lo que te llevó a ser chef?
Muchos integrantes de mi familia tienen muy buena sazón. Me gustaba mucho aprender de mi mamá o de mi abuelo a preparar cosas, y al principio me apasionaba preparar postres para mi familia. Así descubrí lo feliz que me hacía que a los demás les gustara lo que preparaba.
En tu posición ¿cuál es tu mayor reto, y por qué?
Pienso que dirigir un grupo de personas, muchas de ellas mayores que yo y una gran parte hombres. Por ese motivo tienes que forjar tu carácter, de manera que puedas manejar la situación.
¿Cuáles son tus ingredientes favoritos?
Honestamente, no tengo ingredientes favoritos, pues cuando creo un platillo pienso más en la sinergia de los sabores para crear buenos elementos que presentar al comensal. Sin embargo, me gusta mucho utilizar tomillo y chiles secos, y me encantan los sabores agridulces.
Para ti ¿qué es lo más importante de un platillo?
En primer lugar, de la vista nace el amor: que sea un platillo vistoso, con colores y una estética atractiva. En segundo lugar, que todos los elementos presentes en el plato se combinen bien y generen una muy buena experiencia.
¿Qué sentimientos y pensamientos cruzan por tu mente al crear un nuevo menú?
Bueno, mucho depende de qué quiera proyectar en el menú, si es para una fecha especial o para cambiar contenido de mi carta. Pienso en el concepto que quiero plasmar, lo que quiero mostrar, y si es necesario, investigo lo que haga falta para lograrlo.
¿Qué consejos les darías a las jóvenes que dan sus primeros pasos en el mundo de la gastronomía?
Que no se dejen llevar por la televisión, que ha puesto la profesión como una moda. Es una carrera muy hermosa pero requiere grandes sacrificios. A veces los chicos llegan con un concepto que no es real y se topan con grandes decepciones en el mercado laboral.