Sana alimentación para las vacaciones

Por: Pilar Tamés

Ya se acercan las vacaciones. El asueto por la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, y debes prepararte para lucir espectacular. Es más fácil de lo que crees: empieza hoy mismo a cambiar tus hábitos de alimentación y aumenta tu actividad física.

Con estos consejos serás la envidia de todos.

¡No hagas dieta! Mejor cambia la calidad de tus alimentos para que se vuelva parte de tus hábitos y tu estilo de vida.

En la base de tu alimentación deben estar las verduras. De 50 a 70% de tu plato debe ser colorido para que recibas una mayor cantidad de nutrientes.

Grasas saludables.

Evita a toda costa la carne de res y cerdo, y disminuye el consumo de pollo o pavo. Como fuente de proteína prefiere el pescado, atún, salmón, huachinango o robalo, porque éstos contienen ácidos grasos omega 3, que te ayudarán a desinflamarte, nutrirán tu cerebro y mejorarán tu salud cardiovascular. Además incorpora semillas, aceites como el de oliva, aguacate, linaza y coco, o bien mantequilla clarificada o aguacate, en tus ensaladas.

Cereales integrales.

Prefiere los granos enteros, contienen fibra que te hará sentir saciedad por más tiempo y evitar el estreñimiento, además de que son ricos en vitaminas y minerales. Incluye arroz salvaje o integral, quínoa, pan Ezequiel y amaranto.

Elimina por un tiempo cualquier tipo de lácteo y trigo, que son alimentos potencialmente inflamatorios para tu cuerpo. Inténtalo primero por una semana y verás la diferencia.

¿Cinco comidas al día?

Esto es para que tu metabolismo esté constantemente trabajando y para que no llegues muriendo de hambre a tu siguiente tiempo de comida. Pero la realidad es que debes aprender a escuchar a tu cuerpo y comer cuando tienes hambre, así que puedes hacer tres o cuatro o hasta seis tiempos de comida, esto depende de ti.

Elimina los azúcares añadidos.

Recuerda que no sólo se trata de no agregar azúcar de mesa a tus bebidas o alimentos. También viene escondida en productos que compras cotidianamente, así que revisa bien la etiqueta antes de adquirir algún alimento, o bien prefiere los alimentos hechos por ti.

Date un descanso del alcohol y el refresco.

Estas bebidas son altamente calóricas y no te nutren; al contrario, sólo provocan que te inflames más y aumentes de peso. En su lugar prepara infusiones con cáscara de limón, naranja o jamaica.

Hidrátate bien.

Recuerda que para eliminar toxinas tu cuerpo necesita mantener una buena hidratación. Puedes hacerte infusiones de frutas o verduras, como de frutos rojos, pepino, apio, perejil, menta y hierbabuena; agrega una pizca de sal del Himalaya para mineralizarlas.

¡No cenes tarde!

Puedes hacer ayuno entre la cena y tu desayuno con un intervalo de 12-14 horas. Por ejemplo, si cenas a las 7 de la noche y haces ayuno de 14 horas, podrás desayunar a las 9:00 am sin problema. Esto ayudará a darle un descanso a tu cuerpo, a optimizar funciones como la utilización de grasa como energía, y a controlar los niveles de glucosa e insulina.

¡Muévete!

No esperes resultados mágicos. Tienes que hacer algún tipo de actividad física para tener el abdomen, las piernas y los glúteos que siempre soñaste. Cuando te ejercitas produces endorfinas, que te ayudan a entrar en un estado de bienestar; te sientes más feliz y más enfocada, mejora tu humor y baja el estrés, que es el causante de que acumules grasa en zonas donde no la quieres y está detrás de muchas enfermedades mortales.