Si después de unas merecidas vacaciones, eres de las que les cuesta trabajo regresar a la rutina, seguramente, estas sufriendo el síndrome postvacacional.
Cansancio, somnolencia, falta de concentración, ausencia o exceso de hambre son algunos de los síntomas del síndrome postvacacional, aunque no está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad, la mayoría de las viajeras pueden reconocer su existencia.
Para aminorar el síndrome postvacacional, se recomienda anticiparse y regresar a la rutina tres o cuatro días antes de concluir oficialmente las vacaciones, por ejemplo, levantándose a la hora acostumbrada.
Llevar una dieta balanceada, con bajo contenido de grasas y alto contenido de fibra, es otra sugerencia para sobrellevar el regreso a la rutina.
Durante los primeros días, es fundamental tener una actitud positiva y constructiva ante las tareas laborales.
Empieza las actividades de manera gradual con la intensidad de trabajo de menos a más, intentado comenzar con las tareas que te gusten más.
Más que nunca es fundamental dormir al menos ocho horas, con ello evitarás sentirte fatigado.
Si pasan más de dos semanas y sigues sintiéndote desanimada y con mucho cansancio, entonces es importante que acudas al doctor, ya que podría tratarse de algo más.