Quieres cuidar tu salud, sé un comedor intuitivo

Por: Dra. Nathaly Marcus, Nutrióloga Funcional de Bienestar

La mayoría de la gente tiene miedo a engordar en las fiestas, eventos sociales, o viajes. Esto se vuelve muy entendible debido a que les ha costado mucho trabajo llegar a un peso ideal.

Muy probablemente han pasado por diferentes dietas, larguísimas rutinas de ejercicio; sin embargo, vuelven a subir de peso muy fácilmente ante ciertas tentaciones.

Sin duda, comemos cuando estamos ansiosos, preocupados, estresados, tristes, contentos, y sobre todo en momentos de nostalgias y época de estrés.

Con base en todo esto, los invito a cambiar los hábitos, a reflexionar acerca de la relación que uno mismo tiene con la comida; quitar la palabra dieta y a comer de una forma permanente, que no importe le época de año se pueda vivir sano y sin preocupaciones por la báscula.

Es por eso que resulta ideal, convertirse en un comedor intuitivo. Es cierto, resulta todo un reto, pero ello significa comer con atención plena y no trasladar las emociones a la comida.

Se trata de alimentarse con placer, hacer ejercicio con el objetivo de sentirse bien, y siempre escuchar lo que nuestro cuerpo nos quiere comunicar.

Para ser un comedor intuitivo

  • No digas “no” a la dieta

Rechaza la mentalidad de estar a dieta.

  • Honra tu hambre

Es decir, reconoce tu nivel de saciedad y aprende a distinguir si debes comer por una cuestión emocional o biológica.

  • Haz las paces con la comida

Se vale probar, con medida, aquellos alimentos que te fascinan.

  • Come sin distracciones

Concentrate a la hora de comer.

  • Conoce tu nivel inicial de hambre

Si inicias muerto de hambre comerás de más. Y no te conformes con lo que no te gusta.

  • Maneja tus emociones sin usar la comida

Es decir, si estás pasando por un momento complicado llama a un amigo, acude a terapia, pero no recurras al exceso de comida.

  • Ámate

Respeta y aprecia tu cuerpo.

  • Ejercítate

Siente la diferencia.